París, 19 sep (EFE).- El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, afirmó hoy que la economía de Brasil está acelerándose en la segunda mitad del año y va a seguir creciendo y vaticinó que en el horizonte de 2020 será el quinto mercado mundial por consumo.
"En 2020 Brasil será el quinto mayor mercado de consumo del mundo", destacó Mantega en una conferencia de prensa en París al término de un encuentro con presidentes y altos directivos de 14 multinacionales francesas con intereses en su país.
El ministro dio por hecho que la economía europea va a seguir lastrada por la crisis del euro y que "hay que pensar en dos o tres años para salir de este problema".
"El mercado europeo va a seguir estancado en los próximos años", indicó tras haber enumerado una serie de cuestiones que están todavía pendientes de materializarse y con unos plazos de activación que enfrentan a los países de la moneda única, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) o la unión bancaria, lo que, a su juicio, genera incertidumbre y dificulta una recuperación.
Mantega, que ayer se entrevistó con el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, relató que este le había mostrado "interés en que las cosas avancen", pero insistió en las diferencias de intereses entre los europeos.
En cualquier caso, señaló que había explicado a los empresarios franceses las razones por las que Brasil "reúne las condiciones para seguir el crecimiento pese a la crisis", en particular gracias a unos "fundamentos sólidos" que no existen ni en Europa ni en EEUU, acosados por problemas de déficit.
Argumentó que esas bases ofrecen margen para realizar programas de infraestructuras junto a los ajustes de costes, pero sobre todo insistió en que Brasil tiene "un mercado interior que no deja de crecer" con "una clase media que crece" y lo va a seguir haciendo y al igual que se va a beneficiar de una importante generación de empleo.
Reconoció que los responsables de las multinacionales francesas le habían preguntado por los costes laborales de su país y que les había precisado que aunque estén subiendo los salarios "estamos reduciendo el coste de la mano de obra".
Negó que haya riesgos inflacionistas en Brasil y aseguró que están "equivocadas" las previsiones de los que auguran que no se cumplirán los objetivos de precios que marca el banco central.
El ministro brasileño cargó contra la decisión de la Reserva Federal de EEUU de la semana pasada de comprar masivamente deuda inmobiliaria, que perjudica a países emergentes como el suyo por el impacto que tiene sobre el tipo de cambio entre el dólar y el real.
Estimó que ese dispositivo monetario de Estados Unidos se explica porque ese país no tiene margen fiscal, pero previno de que ese tipo de medidas "van perdiendo eficacia" porque acaban derivando en movimientos de flujos financieros hacia los países emergentes.
Mantega mostró su esperanza de que después de las elecciones estadounidenses, en noviembre, el gobierno de Washington ponga en marcha una política fiscal para estimular la actividad y el consumo. EFE