Madrid, 3 mar (.).- Los bancos acreedores de Duro Felguera (MC:MDF) han llegado a un acuerdo sobre la refinanciación que les presentó la compañía y ahora esperan que el consejo de la compañía asturiana lo apruebe para allanar la inyección de fondos públicos que el grupo industrial espera recibir.
Según han explicado a Efe fuentes próximas a la negociación, la compañía asturiana pidió a mediados de enero a los bancos que aprobaran la refinanciación de su deuda, 85 millones, con el pago primero de un 10 % y el resto tras una ampliación de capital.
La banca, sin embargo, propuso aprobar la refinanciación con la condición de que Duro Felguera abone en el corto plazo 20 millones, y reduzca a 65 millones su endeudamiento.
Además, el grupo industrial reclamó a la banca la concesión de 100 millones en avales y aquí las entidades plantearon que Cesce, la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, aportara al menos una cobertura del 80 %.
La solución encontrada al final pasa por reducir la cifra de avales de 100 a 80 millones, y al tratarse de una cuantía inferior bastará con que la cobertura de Cesce sea del 70 %.
El Banco Santander (MC:SAN) y el Sabadell (MC:SABE), principales acreedores, se han mostrado dispuestos a apoyar a Duro Felguera desde el principio de las negociaciones y el resto de entidades también, pero la clave era contar con garantías suficientes que justificaran el riesgo que asumen con la operación y que el Estado, a través de la SEPI, apruebe luego una inyección de fondos públicos.
Las fuentes consultadas confían en que esa ayuda llegará y será aportada por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas impulsado por el Gobierno, pero desconocen si finalmente ascenderá a 120 millones de euros.
Si el Consejo de Ministros tiene que validar ese rescate, como apuntan las fuentes consultadas, será imprescindible que antes el consejo de administración de Duro Felguera se reúna y respalde el acuerdo alcanzado con la banca.
Por otra parte, el grupo industrial lleva tiempo presumiendo del interés de cuatro inversores: el empresario asturiano Blas Herrero, dueño de Kiss FM; la ingeniería asturiana TSK, presidida por Sabino García Vallina; Capital Energy, del empresario Jesús Martín Buezas; y Ultramar Energy, con sede en Londres e inversores privados.
A ojos de los bancos, Capital Energy parecía el candidato mejor posicionado, mientras que el fondo estadounidense Fortress, que estuvo dispuesto a aportar liquidez, lo hará tras asumir distintos pleitos que mantiene la compañía.