Pekín, 20 abr (EFE).- La Bolsa de Shanghái cerró hoy con pérdidas del 2,31 por ciento, tras una jornada volátil en la que llegó a caer por encima del 4,5 por ciento y después de un periodo de recuperación de los mercados bursátiles chinos.
El principal parqué del país acabó así en 2.972,58 puntos, con pérdidas menores de las que se registraron en la sesión vespertina, marcadas por las incertidumbres en el sector energético nacional e internacional.
Por su parte, la Bolsa de Shenzhen, la segunda del país, se precipitó de forma más abrupta y acabó la jornada del miércoles con un retroceso del 4,13 por ciento, algo por debajo del 4,81 por ciento negativo que había llegado a alcanzar poco antes.
Estos descensos se producen después de que el banco de inversión japonés Nomura recomendara una recogida de beneficios en los mercados chinos, ante la impresión de que la segunda economía mundial se ha estabilizado.
Y es que, recientemente, las estadísticas oficiales han mostrado cierta recuperación en la segunda economía mundial.
En ese sentido, y salvando las distancias, los movimientos recuerdan a los ocurridos en el último gran desplome de la volátil bolsa shanghainesa, el 25 de febrero, cuando el índice cayó un 6,41 % por recogidas de beneficios de los inversores.