Bruselas, 8 dic (.).- La Comisión Europea (CE) propuso este miércoles una nueva herramienta legal para sancionar, en última instancia, a los países que traten de ejercer presión política en la Unión Europea (UE) a través de coerción económica o comercial.
“En un momento de aumento tensiones geopolíticas, el comercio se utiliza cada vez más como arma y la UE y sus Estados miembros se convierten en blanco de la intimidación económica. Necesitamos las herramientas adecuadas para responder”, indicó el vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, quien presentó hoy la iniciativa en una rueda de prensa.
El objetivo de Bruselas con esta propuesta es dejar claro que defenderá sus intereses y crear un efecto de “disuasión” para los países que restrinjan o amenacen con restringir el comercio o las inversiones para lograr un cambio de políticas comunitarias en áreas como el cambio climático, la fiscalidad o la seguridad alimentaria.
En concreto, la iniciativa está enfocada en los países que utilizan “coerción explícita” y herramientas de defensa comercial contra la UE, desde controles fronterizos selectivos o de seguridad alimentaria hasta boicots de mercancías europeas.
Se trata de “preservar el derecho legítimo de la UE y de los Estados miembros a tomar decisiones políticas y evitar una injerencia grave en la soberanía de la UE o sus Estados miembros”, según la Comisión, que precisó que la iniciativa no se activará si se detecta un perjuicio concreto contra una empresa ni como arma proteccionista.
SANCIONES .O ÚLTIMO RECURSO
La CE plantea un proceso “previsible y transparente” que incluye el análisis de la situación, la mediación o negociación y, como último recurso, el establecimiento de unas sanciones basadas en evidencias y que deben ser proporcionadas de acuerdo a los intereses de la Unión.
En todo caso, la CE propone una vía que evita imponer contramedidas automáticas y que contempla la posibilidad en todo momento de poder llegar a un acuerdo con el país tercero que, según la UE, ejercer esa presión económica.
Entre las sanciones que se contemplan está la imposición de aranceles y la restricción de importaciones del país en cuestión, la restricción de servicios e inversiones o medidas para limitar el acceso al mercado interior de la UE.
También restricciones a licitaciones públicas o a fondos de programas de la Unión, apuntó Dombrovskis.
Aunque en la propuesta de la Comisión no se menciona a ningún país concreto, Dombrovskis aludió al bloqueo de exportaciones de Lituania en las aduanas de China, y aseguró que están en contacto con las autoridades chinas para aclarar la situación y que van a evaluar “los próximos pasos”.
Recordó que la UE usaría su herramienta anticoerción cuando un país tercero esté ya “fuera de la ley” comercial internacional.
NEGOCIACIÓN CON EUROCÁMARA Y PAÍSES
La propuesta presentada hoy responde a solicitudes del Parlamento Europeo y de Estados miembros para reaccionar ante situaciones de coerción económica, y ha sido elaborada tras realizar una consulta pública con partes interesadas a la que han contribuido especialmente empresas y asociaciones industriales.
“Hemos consultado ampliamente con los diferentes actores en la preparación de esta propuesta; somos conscientes de las sensibilidades y hemos equilibrado nuestra propuesta”, comentó Dombrovskis, quien confió en que “permita dar respuesta a los desafíos geopolíticos de las próximas décadas”.
A continuación, la Eurocámara y el Consejo de la UE (en el que están representados los gobiernos de los Veintisiete) debatirán la propuesta.
Dombrovskis recordó que la política comercial de la UE es una competencia de la Comisión, pero que a la hora de tomar decisiones concretas serán los Estados miembros los encargados de aprobarlas por mayoría cualificada.
El presidente de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, Bernd Lange, aplaudió la propuesta y pidió ahora establecer un enfoque integral sobre lo que constituye “comportamiento coercitivo” y "cómo la UE puede responder a esos actos agresivos”.
El secretario de Estado francés de Comercio Exterior, Franck Riester, celebró en un comunicado que la iniciativa suponga una “nueva etapa para construir una política comercial menos ingenua”.
Según dijo, las grandes potencias dudan cada vez menos en “abusar de su peso económico para intentar influir ilegítimamente en las decisiones políticas de sus socios”.
Puso como ejemplo el caso de China contra Lituania pero también que otros países amenacen con represalias comerciales a la UE, como Estados Unidos por establecer impuestos a los servicios digitales o Rusia tras las críticas al accidente del vuelo de Malaysia Airlines derribado en Ucrania en 2014.
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