París, 16 ene (.).- Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), el segundo sindicato francés, considera que solo el aumento de los salarios permitirá evitar una pérdida de poder adquisitivo y relanzar el consumo para reactivar la economía.
En una entrevista con EFE este lunes, Martínez rechazó el argumento de que revalorizar los sueldos al nivel de la inflación, que se ha disparado desde hace un año, contribuiría a generar una espiral que impediría enfriar la escalada de precios.
"Por ahora lo que constato es que los salarios no suben y la inflación ahí está. No sólo por la guerra en Ucrania, sino también por la especulación de algunas empresas, de marcas de distribución que aprovechan este contexto para aumentar sus márgenes", aseguró.
El líder sindical insistió en que cuando lo que se hace es incrementar los salarios de los trabajadores o las pensiones, ese dinero va al consumo: "La medida que más relanza el consumo es el aumento de los salarios".
Insistió en que esa es una reclamación general en la Unión Europea y recordó que, más allá de la situación puntual actual, los sindicatos en todos los países de la UE iden el establecimiento de un salario mínimo europeo para evitar las brechas que hay ahora entre el norte y el sur, el este y el oeste.
"Hacen falta reglas comunes -señaló- y la mejor forma de simbolizar la Europa social es con una mejor armonización de los salarios mínimos en Europa".
A corto plazo, dijo que se podrían definir "criterios comunes" en todos los países para fijar "un mínimo decente para poder vivir" teniendo en cuenta el precio de productos de primera necesidad, como alimentos básicos, los alquileres o la educación.
Añadió que "a largo plazo tiene que haber un salario mínimo en cada país" porque cuando se fabrica un coche con sueldos diferentes en uno u otro país, el precio de venta del vehículo al final será el mismo.
Martínez (Suresnes, 1961) lleva al frente de la CGT desde 2015 y va a dar el relevo en el congreso que el sindicato celebrará del 27 al 31 de marzo en el que se elegirá a su sucesor o sucesora.
Preguntado sobre los logros de su mandato, respondió que ese es un ejercicio difícil porque él cree en el espíritu colectivo, pero en cualquier caso quiere "una CGT más abierta al mundo, que se ocupa más de las cuestiones ecológicas, de la situación de las mujeres".
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