Ginebra, 07 ene (.).- La cooperación internacional se ha estancado y esto principalmente porque uno de sus principales pilares, basado en la paz y la seguridad, ha decaído por los conflictos armados en curso y las tensiones geopolíticas, señala el Barómetro sobre Cooperación Global que ha presentado este martes el Foro Económico Mundial (WEF).
En el lado positivo de la balanza se encuentran la relativa cooperación que se observa en áreas como la innovación, el comercio y el aumento de la financiación para la lucha contra el cambio climático.
"En una época de mayor volatilidad, los líderes tendrán que adoptar un modo de cooperación 'desordenada' y una toma de decisiones dinámica y orientada a obtener resultados concretos y generar confianza", plantea el análisis del Foro.
Este Barómetro utiliza 41 indicadores para medir el estado actual de la cooperación mundial en torno a cinco grandes pilares: el comercio y los flujos de capital, la tecnología e innovación, el clima y el capital natural, la salud y el bienestar, y la paz y la seguridad.
Su publicación coincide con un momento de gran inestabilidad mundial, de una agitación geopolítica, tecnológica y sociopolítica sin precedentes en décadas, y al mismo tiempo con el periodo en el que muchos nuevos gobiernos están en plena elaboración de sus programas para el año que empieza, comentó el presidente y director ejecutivo del WEF, Borge Brende.
A lo largo de 2024, más de la mitad de la población mundial fue llamada a las urnas para elegir a sus nuevas autoridades ejecutivas o legislativas.
El aspecto en el que es más notorio el quiebre de la cooperación internacional es el relacionado con la seguridad colectiva mundial, la cual se ha erosionado principalmente -pero no únicamente- por los conflictos en Ucrania, Gaza y Sudán, y las crisis humanitarias que éstos han causado.
En el terreno de las tecnologías emergentes se plantea que la inteligencia artificial genera tanto oportunidades como riesgos, a tal punto que el WEF habla de una suerte de carrera armamentista, pero de carácter tecnológico.
Para que los beneficios se maximicen y se rebajen los riesgos, los autores piden reflexionar sobre la "cooperación estratégica" que se requiere.
En cuanto a cambio climático y capital natural, se destaca que han habido avances en cuanto al aumento de los flujos financieros y del comercio de tecnologías de bajas emisiones, pero esto es insuficiente y se necesita una acción urgente para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2030.
Sobre el comercio internacional y el flujo de capitales, el Barómetro anota la desaceleración en el comercio de bienes, a causa de un crecimiento moderado en China, aunque esto se ha compensado de cierta manera por la fortaleza de los flujos globales de servicios, capital y personas.
"La inversión extranjera directa, especialmente en sectores estratégicos como los semiconductores y energía verde, ha aumentado, al igual que la migración laboral y las remesas", se destaca.