París, 8 ene (.).- Los Republicanos (LR), el partido de la derecha clásica francesa, está dispuesta a dar un apoyo que es imprescindible para la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, porque coinciden en su espíritu, pero ponen condiciones que deberían traducirse en una serie de concesiones.
En una entrevista publicada este domingo por Le Journal du Dimanche, a dos días de que el Ejecutivo presente los detalles de la reforma, el presidente de LR, Éric Ciotti, reprocha a Macron las "dudas" y "reculadas" en este asunto desde que llegó al Elíseo en 2017 que han conducido a perder "un tiempo extremadamente precioso".
Le recrimina que ahora "para recuperar el tiempo perdido, propone en plena crisis económica y social una reforma que para los franceses aparece como demasiado severa".
Por eso Ciotti le ha pedido esta semana a la primera ministra, Elisabeth Borne, como ya lo hizo antes de Navidad, que "atenúe la brutalidad de la reforma".
De una parte, sobre el eje central del plan de Macron, que consiste en retrasar la edad mínima de jubilación desde los 62 años actuales, LR quiere que se pase a los 64 años, y no a 65 como se había contemplado inicialmente, y que eso se haga de forma muy escalonada, hasta 2032.
Todos los sindicatos de forma unánime, pero también la oposición de izquierdas y la extrema derecha de Marine Le Pen se oponen a retrasar la edad mínima de jubilación, y en las próximas semanas se esperan huelgas, manifestaciones y protestas para bloquear el texto que iniciará su trámite parlamentario a comienzos de febrero.
TRABAJAR MÁS TIEMPO PARA EQUILIBRAR EL SISTEMA
LR considera, por su parte, que "la situación presupuestaria, demográfica y económica impone esta reforma". y descarta las propuestas de algunos sindicatos y partidos de izquierdas, que propugnan un aumento de las cotizaciones que pagan las empresas para equilibrar el sistema a largo plazo.
Para su presidente, "sólo hay una alternativa creíble y razonable: que los activos actuales y futuros trabajen un poco más y que por tanto coticen durante un poco más de tiempo de vida laboral".
En cuanto al compromiso del Gobierno de incrementar las pensiones más bajas de los que hayan completado el periodo de cotización (42 años actualmente y 43 a partir de la generación nacida en 1973) hasta el 85 % del salario mínimo, es decir unos 1.200 euros al mes en 13 mensualidades, Ciotti exige que no se limite a los jubilados futuros, sino que beneficie igualmente a los pensionistas actuales.
"Será una de las condiciones de nuestro voto", advierte antes de hacer notar que actualmente un 30 % de los pensionistas cobran menos de 1.000 euros brutos al mes, una cantidad que le parece "indigna".
EL GOBIERNO RECLAMA A LR SU APOYO
Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Gabriel Attal, sabedor de la oposición frontal de los sindicatos y la izquierda, lanza en otra entrevista a Le Journal du Dimanche un claro mensaje en dirección de LR, recordando su posición constante en favor de un retraso de la edad mínima de jubilación.
"No se puede aplazar a mañana lo que se quería ayer. (...) Acompañen una reforma que habían pedido una reforma que habían pedido porque, como nosotros, saben que es necesaria", subraya el responsable de las cuentas públicas, que asegura que su propuesta permitirá devolver el equilibrio al sistema para 2030.
"Sin reforma -añade- habrá medio billón de euros más de deuda en 25 años. La disyuntiva es la reforma o la quiebra".
LOS SINDICATOS SE OPONDRÁN EN LA CALLE
Una posición muy distinta de la de Laurent Berger, líder del primer sindicato de Francia, la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT), que niega que el actual sistema de pensiones esté en riesgo de desaparición, y considera que aunque hay que tomar medidas, "no es necesario nada brutal".
Berger, que desde el principio ha rechazado un retraso de la edad mínima de jubilación porque considera que es el cambio más injusto, ya que obligará a trabajar más a los que tuvieron que empezar muy jóvenes en la vida laboral y en la práctica recortará las pensiones a los más precarios.
Por eso adelanta que su sindicato se movilizará con todos los demás y advierte a la primera ministra de que "haremos todo lo posible para que el Gobierno dé marcha atrás. Y utilizaremos todos los resortes a nuestro alcance.