París, 4 dic (EFE).- La ducha fría dada ayer por el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo todavía en rojo al CAC-40 de París, aunque con gran moderación respecto a la víspera, pues frente a su retroceso de 3,58 %, sólo perdió hoy al cierre un 0,33 %, a 4.714,79 puntos.
El volumen de negocios fue notable, de 5.093 millones de euros, comparado con la media anual, de 4.100 millones de euros, pero también menor al registrado ayer, cuando se intercambiaron títulos por valor de 6.926 millones de euros.
Aunque el selectivo logró limitar sus pérdidas, la semana concluyó con su baja más fuerte (4,37 %) desde el pasado agosto, cuando la crisis china inquietaba a los mercados.
En lo más alto de la sesión, el selectivo llegó a alcanzar los 4.740,47 puntos, para, veinte minutos después vivir su peor momento, y traspasar la barrera simbólica de los 700 rozando momentáneamente los 4.670,99 puntos.
Tampoco les animó especialmente la decisión de la Opep sobre su producción petrolera ni surtió efecto el buen nivel del empleo de Estados Unidos en noviembre.
En cualquier caso, la Bolsa no logró prosperar debido en gran parte a las frustrantes "mediditas" de la BCE, como algunos medios franceses calificaban hoy las propuestas hechas ayer por su presidente, Mario Draghi.
"Los inversores esperaban demasiado" de la reunión de gobernadores del BCE, que pensaban iba implantar "la artillería pesada para anunciar nuevas medidas de apoyo a la economía", subraya hoy el diario económico "Les Echos" en su página web.
El principal título al alza fue la aseguradora Axa (3,23 %).
A la baja, el grupo químico belga Solvay (BR:SOLB) (8.32 %) dominaba la escena, en la que las empresas relacionadas con el petróleo lo pasaron mal, con Total a la cabeza (2,27 %) y también con el grupo de infraestructuras de petróleo y gas Technip (PA:TECF) (2,10 %).