Bilbao, 16 jun (.).- Los Galíndez, propietarios de Solarpack que van a ingresar unos 445 millones de euros por la venta de esta empresa al fondo EQT, son una familia de la burguesía vizcaína que creció económicamente a partir del padre, Ángel, durante doce años presidente del Banco de Vizcaya.
Angel Galíndez nació en un pueblo, Abadiño (Vizcaya), donde todavía se conserva la casa Zeletabe, conocida como Palacio Galíndez. Ingeniero, se dedicó durante el franquismo a construir grandes presas. En 1967 entró en el consejo del Banco de Vizcaya y en 1975 fue nombrado presidente, cargo en el que estuvo 12 años, hasta que le sucedió Pedro Toledo.
Tuvo nueve hijos, entre ellos José Galíndez, el mayor accionista de Solarpack, en la que controla el 40 % del capital, lo que le permite estar en la lista Forbes de los más ricos de España, en el puesto 76.
José Galíndez fundó la empresa en 2005 junto con su sobrino Pablo Burgos Galíndez, accionista con un 8 %, y su hermano Antonio Galíndez, que tiene otro 3 %.
Pusieron la sede social de la firma en Getxo, donde está el barrio de Neguri, el epicentro de la burguesía vizcaína.
Durante 15 años, José Galíndez ha sido presidente de Solarpack, con Pablo Burgos como consejero delegado. Este mismo año el fundador ha dejado el puesto de presidente ejecutivo en manos de Ignacio Artazcoz, aunque sigue como vicepresidente de la compañía.
Pablo Burgos Galíndez, consejero delegado desde la fundación, sigue en el puesto.
Su gestión ha hecho crecer a una empresa surgida de la nada hasta valer 881 millones de euros.
Ahora, la venta les hará más ricos: se calcula que ambos, José y Pablo, ingresarán 445 millones por su parte de Solarpack traspasada al fondo EQT.