Madrid, 9 nov (.).- La financiación captada en los mercados por las empresas no financieras españolas (deuda y capital) aumentó un 17 % interanual en el primer semestre del año, impulsada por el despegue de las emisiones de bonos corporativos, y se situó en 6.500 millones de euros.
Éste es uno de los datos recogidos en la sexta edición del informe "Indicadores clave de rendimiento de la Unión de los Mercados de Capitales" presentado por la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME).
La emisión de bonos corporativos de las sociedades no financieras españolas creció un 34 % en el primer semestre y su importe ascendió a 6.000 millones de euros.
No obstante, la emisión de bonos se mantiene por debajo de los niveles anteriores a la pandemia: un 18 % menos que en 2019 y un 22 % inferior a 2018.
Las emisiones de bonos de alto rendimiento se redujeron a cero en el primer semestre, el nivel más bajo desde 2009.
La emisión de nuevas acciones aumentó un 12 % gracias al incremento del 70 % de las ampliaciones de capital, que llegaron a unos 400 millones.
Por el contrario, las ofertas públicas de venta (OPV) descendieron un 82 %, hasta 23 millones.
Según el informe de AFME, si estos niveles se mantienen durante el segundo semestre, las OPV se reducirían hasta el volumen anual más bajo de los últimos diez años.
Los mercados ESG (bonos sostenibles, verdes y ligados a proyectos sociales) volvieron a registrar elevados niveles de emisión.
En este ámbito destaca la emisión de bonos verdes, que se incrementó un 16 %.
España fue el quinto mayor emisor de bonos ESG de la Unión Europea (UE) entre enero y junio.
Durante el primer semestre, el 1,1 % de la inversión total en pymes procedió del capital riesgo, frente al 2,1 % en el mismo periodo de 2022.
La inversión del capital riesgo descendió un 44 % en España en la primera mitad del año, un retroceso superior a los registrados en la UE (-25 %) y EE.UU. (-33 %).
La posición de España en la clasificación de la UE que mide la capacidad de desarrollo de un ecosistema "fintech" bajó del séptimo puesto en el primer semestre de 2022 al octavo en la primera mitad de este año.
Según el informe, el ecosistema del mercado de capitales español se situó en el puesto número quince del índice europeo de competitividad, cuatro puestos por debajo del que ocupaba en 2022.