ZÚRICH - Tras la adquisición de Credit Suisse por UBS (SIX:UBSG), la Autoridad Suiza de Supervisión de los Mercados Financieros (FINMA) aboga por ampliar sus competencias legales para mejorar la gobernanza y la supervisión del sector bancario. Esta medida llega después de que Credit Suisse se enfrentara a importantes fallos en la gestión del riesgo y a una crisis de confianza, lo que provocó la necesidad de un rescate.
Entre las medidas de la FINMA para aumentar su autoridad figura la introducción de un Régimen de Altos Directivos, que obligaría a los altos ejecutivos a rendir cuentas por su papel en la gestión de riesgos. El regulador también busca poder para imponer multas como medida disuasoria contra futuros fallos de gobernanza.
Entre 2018 y 2022, la FINMA llevó a cabo 108 revisiones de supervisión de Credit Suisse, pero descubrió que, a pesar de numerosas acciones y recomendaciones, la dirección del banco no aplicó eficazmente los planes estratégicos de reducción de riesgos ni las medidas de emergencia. Estas deficiencias contribuyeron a la desestabilización del banco y a su posterior adquisición por UBS.
Los cambios propuestos por la FINMA pretenden evitar situaciones similares en el futuro, garantizando que los altos directivos sean considerados responsables de sus decisiones y dotando al regulador de herramientas para hacer cumplir la normativa con mayor eficacia.
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