Por Karl Plume
(Reuters) - La fusión del comerciante de cereales estadounidense Bunge Ltd y su rival Viterra haría crecer los negocios de la entidad combinada en Estados Unidos, Brasil y Australia y podría plantear problemas de competencia en Canadá y Argentina, donde los activos de procesamiento de oleaginosas se superponen, según analistas.
Fuentes dijeron la semana pasada que Bunge y Viterra, propiedad de Glencore (LON:GLEN) Plc, estaban en conversaciones para un posible mega acuerdo que consolidaría aún más el comercio agrícola mundial y acercaría a Bunge en escala global a sus principales rivales, Archer-Daniels-Midland Co y Cargill Inc.
"La combinación de Bunge y Viterra en regiones como Norteamérica y Europa reforzaría sin duda la presencia de la empresa combinada y la pondría más a la par de ADM", afirmó Seth Goldstein, analista de renta variable de Morningstar.
"Bunge ya es líder en Sudamérica. Esa podría ser una región en la que se requerirían algunas desinversiones si se cierra un acuerdo, para asegurarse de que sigue habiendo competencia", añadió.
J.P. Morgan calcula que la capitalización bursátil de la empresa combinada rondaría los 25.000 millones de dólares, frente a los 38.900 millones de ADM.
Las dos empresas unidas crearían un exportador dominante en Brasil y una trituradora de soja líder del mercado en Argentina, según los analistas.
Bunge fue el año pasado el mayor exportador de maíz y soja de Brasil, la principal fuente mundial de estos cultivos básicos para la fabricación de piensos y biocombustibles, según datos de la agencia de transportes Cargonave. Viterra fue el tercer exportador de maíz y el séptimo de soja.
En conjunto, las empresas representaron alrededor del 23,7% de las exportaciones brasileñas de maíz en 2022 y el 20,9% de las exportaciones brasileñas de soja, según los datos de Cargonave.
Sin embargo, un análisis de la agencia antimonopolio de Brasil CADE se centraría en los efectos de una fusión potencial en el mercado interno, dijo el abogado antimonopolio Vicente Bagnoli, con sede en Sao Paulo y que no está involucrado en el acuerdo. "Creo que el CADE no bloquearía esta operación porque hay otros competidores en el mercado", afirmó.
Las autoridades reguladoras podrían centrarse en la cuota dominante de la empresa fusionada en el procesamiento de soja en Argentina, el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, aunque un estudio de Goldman Sachs (NYSE:GS) señala que la capacidad seguiría siendo inferior al 25% del mercado.
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia de Argentina declinó hacer comentarios.
(Reporte de Karl Plume en Chicago, Rod Nickel en Winnipeg, Ana Mano en Sao Paulo y Maximilian Heath en Buenos Aires; Editado en Español por Ricardo Figueroa)