Estambul, 3 ago (.).- La subida de los precios en Turquía se ha acelerado en julio, al aumentar la tasa interanual de la inflación hasta el 79,6 %, su nivel más alto desde septiembre de 1998, informó este miércoles el Instituto Turco de Estadística (TUIK).
La fuerte carestía general se ha visto impulsada sobre todo por el encarecimiento del transporte (119 %), seguido de los alimentos y las bebidas no alcohólicas (94,6 %), precisó el TUIK.
La inflación turca había sido ya en febrero de 2022, cuando se situó en el 55,44 %, la más alta en dos décadas y la tendencia al alza se ha mantenido a pesar de que el Gobierno había pronosticado que comenzaría a bajar en mayo.
En junio el Índice de Precios al Consumidor había aumentado un 78,62 % con respecto al mismo mes del año pasado.
En cuanto a los precios de producción, el aumento interanual fue del 144 % en julio, tras alcanzar el 138 % el mes anterior.
En su valor intermensual, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió en julio un 2,37 %.
Como es habitual, vuelve a haber una gran diferencia entre los datos oficiales y los cálculos de los economistas del grupo independiente de investigación ENAG, que cifra en el 176 % la tasa interanual de inflación.
Gran parte de la clase asalariada de Turquía sufre cada vez más esta situación que merma su poder adquisitivo, pese a que el Gobierno ha decretado dos subidas del salario mínimo.
Mientras, el Banco Central turco se resiste a elevar los tipos de interés, actualmente en el 14 %, evidentemente por presiones del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, contrario a la opinión de la mayoría de los analistas, de que una subida drástica de los tipos sería el único remedio para frenar la inflación.
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