Quito, 10 jun (.).- La minera australiana SolGold anunció este lunes que espera iniciar en 2026 la construcción de las instalaciones de la mina Cascabel, en Ecuador, y en 2030 comenzar su producción de cobre, oro y plata por los siguientes 28 años, donde se contempla una inversión de 4.200 millones de dólares (3.900 millones de euros).
La compañía aseguró que el proyecto minero situado en Imbabura, provincia del norte de los Andes ecuatorianos, tiene las condiciones para convertirse en una de las veinte más importantes de Latinoamérica y en la explotación de cobre más grande de Ecuador.
Tras haber firmado la pasada semana el contrato de explotación con las autoridades ecuatorianas, el vicepresidente de SolGold para Ecuador, Luis Mario Sánchez, detalló en declaraciones a periodistas que contemplan un plazo de año y medio para obtener las licencias ambientales e iniciar la construcción de la planta de procesamiento.
El ejecutivo de SolGold incidió en que, tras concluir la construcción que tomará unos cuatro años, la mina procesará anualmente 12 millones de toneladas de concentrado durante los primeros seis años de explotación, para después doblar la producción a 24 millones de toneladas de concentrado en los siguientes años.
A partir del sexto año, que supone la segunda fase del proyecto de explotación, la compañía contempla también la posibilidad de construir un mineroducto que traslade el material desde la planta de procesamiento hasta el puerto de Esmeraldas, en el norte de la costa ecuatoriana.
Sánchez recordó que la producción total estimada de los 28 años del contrato de concesión para la explotación de Cascabel es de 2,9 millones de toneladas de cobre, 9,4 millones de onzas de oro y 28 millones de onzas de plata.
Sin embargo, esto supone apenas el 18 % de las reservas estimadas del yacimiento minero, pues la compañía estima que la vida útil de la mina puede extenderse hasta aproximadamente los 75 años.
Método 'block-caving'
La mina será subterránea con un método de minado denominado 'block-caving', "una tecnología que no hay en muchos países de Suramérica", donde se construyen túneles y en la parte de abajo, por gravedad, se hacen explosiones y se va extrayendo el material para alimentar a la planta de procesamiento, "con un impacto mínimo en superficie", explicó Sánchez.
Durante la presentación del proyecto, celebrada este lunes en Quito, el viceministro de Minas de Ecuador, Diego Ocampo, aseguró que Cascabel generará alrededor de 6.700 millones de dólares para el Estado ecuatoriano en concepto de impuesto a la renta, participación laboral, regalías y otros impuestos locales, según una estimación realizada con un precio conservador de los minerales, de 3,85 dólares la libra en el caso del cobre.
Las regalías están estimadas en unos 1.200 millones de dólares, de los que 75 millones serán pagados de manera anticipada por al empresa durante la construcción de las instalaciones. El 60 % de las regalías se destinará a la zona de influencia del proyecto, cuyas comunidades también estuvieron presentes en el proyecto.
El viceministro también destacó que Cascabel generará alrededor de 3.700 empleos entre directos e indirectos durante la fase de construcción de la mina y otros 1.200 en el transcurso de su operación.
Clave para la transición energética
Por su parte, el director ejecutivo de SolGold, Scott Caldwell, aseguró que Cascabel es "un importante histo en la travesía de SolGold que confirma el camino que ha emprendido Ecuador" para consolidarse como un país minero y alcanzar mejores días "a través de la minería responsable".
Caldwell señaló que el desarrollo sostenible es fundamental y consideró que minas como esta son claves en la senda de la transición energética.
De su lado, la directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, felicitó a la minera por los compromisos y estándares de transparencia adquiridos para este contrato, y animó a otras empresas de industrias extractivas a seguir el ejemplo.
Cascabel se sumará así a la cuprífera Mirador, operada por la empresa de capitales chinos Ecuacorriente; y la aurífera Fruta del Norte, a cargo de la canadiense Lundin Gold; las dos minas a gran escala que funcionan desde 2019 en Ecuador y que son las principales responsables del "boom" de las exportaciones mineras que vive el país andino.
Los envíos al exterior de minerales pasaron de 274 millones de dólares en 2018 a registrar un récord histórico de 3.324 millones de dólares en 2023, lo que ha situado a la minería como el cuarto producto dentro de la canasta de exportaciones de Ecuador.