Barcelona, 9 feb (.).- La dirección y los sindicatos de Seat arrancan este miércoles la negociación oficial del nuevo convenio colectivo, marcada por la incertidumbre sobre cómo afectará a sus 15.000 trabajadores la transición hacia el vehículo eléctrico en el que está inmersa la compañía.
El comité de empresa pretende enmarcar la negociación en esta coyuntura, por lo que insta a la dirección a poner sobre la mesa su plan industrial para los próximos años y cuáles son las garantías de mantenimiento de los puestos de trabajo, según han explicado fuentes sindicales.
La menor carga de trabajo que supone el ensamblaje de vehículos eléctricos (alrededor de un 30 % menos) y la competencia que existe entre plantas del Grupo Volkswagen (DE:VOWG_p) para hacerse con la adjudicación de los componentes ha hecho sonar todas las alarmas.
Un ejemplo de la preocupación que se extiende entre los trabajadores es la petición que ayuda que el comité trasladó hace unas semanas a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo del Gobierno, Yolanda Díaz, durante una reciente visita a la planta de Martorell (Barcelona).
El Grupo Volkswagen decidirá a finales de febrero qué planta producirá los motores eléctricos que se montarán en los coches sin emisiones que se fabricarán tanto en Martorell como en Pamplona y los sindicatos temen que se haya descartado ya la opción del centro de Componentes en El Prat de Llobregat (Barcelona).
Este centro, en el que trabajan unas 1.200 personas, está dedicado a la fabricación de cajas de cambio manuales, por lo que, si no recibe otro encargo, a medio plazo está abocada a la desaparición.
La mesa de la negociación del convenio ya se había constituido meses atrás, pero no ha sido hasta ahora que se ha dado luz verde al inicio de las conversaciones.
Entre los puntos que están sobre la mesa destaca también el aumento de la inflación del 2021.
Mientras tanto, Seat y el Grupo Volkswagen están aún a la espera de que el Gobierno dé a conocer el detalle de las ayudas del Perte del automóvil eléctrico, del que depende que se confirmen los planes para que Martorell produzca a partir del 2025 hasta 500.000 coches urbanos sin emisiones.