Buenos Aires, 16 sep (.).- La nueva y pronunciada bajada en el caudal del río Paraná, principal vía de salida para los granos y derivados de Argentina, ha comenzado a afectar la carga de buques con destino a la exportación, provocando mayores costes para el sector agroexportador.
De acuerdo al último informe hidrométrico difundido este lunes por el Instituto Nacional del Agua (INA), las aguas del Paraná medían 0,61 metros a la altura de Rosario, en la central provincia de Santa Fe, por donde usualmente sale el 70 % de los granos y el 96 % de los aceites y las harinas que exporta Argentina, uno de los mayores productores y exportadores agrícolas del mundo.
Tan solo en mayo pasado, el río superaba los 3 metros.
Ahora, para no encallar, los buques se ven obligados a emprender el periplo de salida hacia el Atlántico con menos carga.
"Por ahora se está operando, pero hay una baja de la carga del 10 % al 15 % adicional a lo normal", indicaron este lunes a EFE fuentes de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales.
Algunos buques, tras cargar lo que pueden en Rosario, completan su carga en el sureño puerto bonaerense de Bahía Blanca.
Argentina, que depende de la agroexportación para recomponer sus exiguas reservas monetarias, ya había sufrido millonarias pérdidas a mediados de 2021 por una bajada drástica en las aguas del Paraná.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el nivel promedio que ha alcanzado el río en la primera semana de septiembre ha sido el segundo más bajo desde 1970.
"Como bien destacan los pronósticos del INA, no se esperan grandes mejoras en los caudales del Paraná a la altura de Rosario en los meses venideros. Ni en los pronósticos más alentadores se llegaría a superar el metro de nivel de aquí a mediados de noviembre", advirtió la Bolsa de Rosario.
Los mayores costes por un menor nivel de agua en el Paraná pueden incluir la necesidad de ajustar el volumen de carga en determinados tipos de buques en las terminales portuarias de Rosario; gastos adicionales para complementar la carga en otros puertos; y pérdidas por menores precios de exportación, entre otros factores.
"Los pronósticos para los próximos meses traen preocupación mientras nos acercamos al pico logístico del trigo. La persistencia de estos niveles de agua podría comenzar a generar notables pérdidas para la agroindustria", advirtió la Bolsa de Rosario.