Shanghái (China), 13 sep (.).- La rentabilidad de los bonos soberanos chinos a 10 años se situó en mínimos históricos ante la creciente demanda por parte de los inversores, que ven en ellos una opción más segura incluso pese a que el Gobierno parece estar interviniendo para cortar esta tendencia.
Concretamente, según Bloomberg, el rendimiento de los bonos públicos chinos más cotizados descendió hasta el 2,075 %, lo que supone la marca más baja en una serie histórica que comenzó en 2002.
Cuando los bonos elevan su precio ante una situación de fuerte demanda, los rendimientos -el retorno que un inversor espera recibir cada año hasta su vencimiento- decaen.
Esto se produce incluso pese a que los bancos estatales han estado más activos en el mercado secundario en los últimos días, vendiendo bonos con vencimiento más lejano en lo que podría ser una señal de intervención del Banco Popular de China (BPC, banco central) para enfriar la demanda.
La coyuntura, apunta el mencionado medio, refleja la divergencia entre los inversores, que buscan apuestas seguras ante una recuperación económica menos brillante de lo esperado o una larga crisis inmobiliaria, y las autoridades chinas, preocupadas por una posible burbuja de liquidez que afecte a la estabilidad financiera.
Por el momento, la prensa oficial sigue apuntando a la voluntad del BPC de intervenir para tratar de atajar la actual tendencia de los bonos.
"Los desafíos macro de China no han mejorado demasiado, y los inversores esperan que los tipos de interés nacionales sigan bajando. Sin que se revierta ese apetito por el riesgo, el dinero seguirá fluyendo hacia los mercados de bonos. El actual tamaño de la intervención no es suficiente para disuadir a esas fuerzas del mercado", explicó Gary Ng, analista del banco francés Natixis (NYSE:99V33V1Z3=MSIL).
En un informe publicado en agosto, el BPC aseguró que la curva de rendimiento de los bonos "se ha desviado claramente de un nivel razonable y sigue acumulando riesgos financieros".
Y en mayo, el diario del BPC aseguró que ese "nivel razonable" del rendimiento de los bonos gubernamentales debería situarse entre un 2,5 % y un 3 %, acusando a las instituciones financieras que se sumaban al frenesí comprador de "ponerse en corto contra el yuan y la economía china, elevando la presión de flujos de capital hacia el exterior".