Los analistas de Bank of America han reducido su precio objetivo para las acciones de Boeing (BA) en 20 dólares, fijándolo en 255 dólares. Bank of America mantiene una calificación de "Comprar" sobre las acciones de Boeing, y los analistas expresan un cauto optimismo sobre la evolución de los títulos de la compañía.
Boeing opera como uno de los dos principales proveedores en el mercado mundial de aviones comerciales, que actualmente tienen una gran demanda. A pesar de los recientes desafíos, los analistas creen que Boeing está mejorando gradualmente sus operaciones para superar las deficiencias que han contribuido a sus dificultades actuales.
Los analistas aconsejan a los inversores que moderen sus expectativas de cambios rápidos, pero predicen avances continuos en las operaciones de la empresa.
Los analistas han observado que Boeing está siendo sometida a inspecciones más rigurosas por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA), lo que puede desacelerar el crecimiento de su producción. La adhesión de Boeing a las sugerencias de un consultor externo para mejorar su programa de garantía de calidad está causando cierta preocupación, especialmente si se tiene en cuenta la reputación establecida de la empresa.
Los analistas expresan su sorpresa por el hecho de que Boeing, con su larga historia y reputación, necesite la orientación de un consultor externo para mejorar. Señalan que es probable que el camino de Boeing para recuperar sus márgenes de beneficio históricos del 25% en el programa 737 se vea afectado no sólo por la reducción de las tasas de producción, sino también por los gastos adicionales asociados a la mejora de las medidas de control de calidad.
Además, los analistas han mantenido sus previsiones sobre los volúmenes de producción de Boeing, aunque reconocen posibles discrepancias con el consenso general del mercado.
El consenso del mercado es significativamente más optimista que las previsiones de Bank of America tanto para la producción como para el flujo de caja libre (FCF) de Boeing.
Se espera que los problemas con los aviones MAX 9 aumenten la presión sobre el equipo directivo de Boeing, ya que estos problemas ponen de relieve las deficiencias percibidas en las mejoras operativas de la empresa desde la inmovilización inicial de la flota MAX y las ralentizaciones causadas por la pandemia COVID-19.
A la luz de los resultados de las investigaciones de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y de la FAA, es probable que los organismos reguladores exijan reformas internas más amplias en Boeing, como sugieren los analistas.
Los analistas no se sorprenderían si las autoridades reguladoras, los inversores y los clientes abogaran por cambios en el equipo de altos ejecutivos y el Consejo de Administración de Boeing.
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