Bogotá, 22 sep (EFE).- La tecnología puede ofrecer "mecanismos alternativos de financiación" a las pequeñas y medianas empresas, como las plataformas basadas en la financiación colectiva o el micromecenazgo, coincidieron hoy expertos de 42 países reunidos en la ciudad colombiana de Medellín.
En el marco del Finpyme Forum, el primero que se celebra en América Latina y el Caribe sobre innovación en el sector, la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), miembro del grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dio a conocer una serie de recomendaciones para mejorar el servicio financiero a los pequeños y medianos empresarios de la región.
El objetivo de este foro, en el que han participado 400 dirigentes de instituciones financieras, así como representantes de entidades públicas y privadas, ha sido "promover la innovación en el sector para incrementar la financiación a las pymes", señaló a Efe el especialista en estrategia e innovación de la CII Francisco Rojo.
El experto indicó que "solo el 12 % del crédito que otorgan los bancos de América Latina va dirigido a las pymes", porcentaje que se eleva hasta el 25 % en las entidades de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo que se hacen imprescindibles nuevas vías de financiación.
Según Rojo, la barrera más importante que los bancos identifican para rechazar las solicitudes de crédito "es la informalidad de algunas empresas a la hora de presentar las cuentas de sus negocios".
A juicio del especialista, el desarrollo de estas nuevas herramientas les permitiría acceder a "fuentes alternativas de información para realizar sus análisis de riesgo" y dar respuesta a la solicitud de un crédito en un plazo de tiempo más corto.
El experto hizo referencia al uso del "big data" o "macrodatos" que se encuentran en internet y en las redes sociales y que se pueden utilizar para generar nuevas estrategias, planteamientos y soluciones empresariales.
Aunque estas alternativas son al día de hoy una práctica minoritaria, Rojo indicó que los bancos tendrán que adaptarse tarde o temprano a estos mecanismos, más acordes con la forma de interactuar de las nuevas generaciones.