Lisboa, 11 dic (EFE).- La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) -la troika acreedora en Portugal- acogieron con reparos un posible aumento del salario mínimo luso, actualmente establecido en 485 euros mensuales.
Después de una reunión celebrada hoy en Lisboa, los sindicatos y la patronal desvelaron que la troika alertó de que los costes salariales son un obstáculo para el despegue del país, que cerrará el ejercicio con una recesión de en torno al 1,5 % y un desempleo de alrededor del 15 %.
Los dos principales sindicatos del país, el comunista CGTP y el socialista UGT, lamentaron la posición de la UE y el FMI y avisaron que es impensable que durante 2014 no se aumente el salario mínimo, que afecta a unos 600.000 portugueses (11 % de la población activa lusa).
La subida del mismo ha recogido el complicado consenso de sindicatos y patronal, e incluso el propio Gobierno conservador ha accedido a negociar una posible mejora.
La troika dijo que si "el salario mínimo aumenta, aumenta el desempleo", constató con sorpresa la representante de UGT, Lucinda Dâmaso.
La UE y el FMI, que realizan la décima evaluación trimestral al rescate financiero a Portugal, recomiendan austeridad más allá de cuatro o cinco años, añadió Arménio Carlos, secretario general de la CGTP, el mayor sindicato del país.
Los efectos nocivos de la austeridad fueron tratados con los representantes de la troika, especialmente después de que el FMI reconociese que se calculó erróneamente el impacto de la austeridad en el crecimiento del desempleo y la caída del PIB.
"A pesar de reconocer que la magnitud de los efectos recesivos fue mayor, no dieron a entender que corregirán la trayectoria, lo que deja un sabor amargo", manifestó el presidente de la Confederación Empresarial de Portugal (CIP), António Saraiva. EFE