Las acciones de Fisker (FSR) volvieron a experimentar un descenso el lunes, cayendo un 12% adicional tras el anuncio de la empresa de que detendrá la producción de vehículos durante un periodo de seis semanas a partir de la semana del 18 de marzo.
El fabricante de vehículos eléctricos también ha revelado un nuevo acuerdo financiero de un inversor actual, que aportará hasta 150 millones de dólares en financiación total.
La financiación procederá de la entidad tenedora de los bonos convertibles de la empresa con vencimiento en 2025. Este acuerdo de financiación se dividirá en cuatro partes, pero está supeditado a varios requisitos previos, uno de los cuales es la presentación del informe financiero de Fisker para el año 2023, conocido como Formulario 10-K.
La paralización temporal de las operaciones de fabricación de Fisker tiene por objeto ayudar a la empresa a ajustar sus niveles de inventario y avanzar en sus planes estratégicos y esfuerzos de financiación.
En el momento de escribir estas líneas, las acciones de Fisker se negocian a 0,1528 dólares, lo que representa un descenso del 12,5%. El valor de las acciones de la empresa alcanzó un mínimo histórico de 0,1400 dólares la semana anterior.
El valor de las acciones de Fisker ha disminuido más de un 91,5% en el año 2024 y más de un 97% en los últimos doce meses.
En un documento oficial presentado a los reguladores, Fisker reveló que no realizó un pago obligatorio de intereses de unos 8,4 millones de dólares que vencía en efectivo el 15 de marzo de 2024. En esa misma fecha, la empresa declaró tener 121 millones de dólares en activos líquidos, de los que 32 millones estaban restringidos o no eran de fácil disponibilidad.
Fisker expresó una gran incertidumbre sobre su continuidad, señalando en el documento: "Hay dudas considerables sobre nuestra capacidad para seguir operando." La empresa prevé necesitar más fondos en 2024 para el pago de la deuda y las inversiones, y su capacidad para generar ingresos de las operaciones comerciales depende de su éxito en el cambio a un modelo de ventas de concesionarios y la venta de sus vehículos. En consecuencia, la empresa ha reconocido que existen considerables dudas sobre su capacidad para seguir operando.
Fisker mencionó que debe conseguir capital adicional para mantener sus operaciones. Además, debido a su incumplimiento de los continuos requisitos para cotizar en bolsa, no hay garantías de que la empresa consiga mantener sus acciones cotizando activamente en la Bolsa de Nueva York o en cualquier otra bolsa.
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