Madrid, 5 ago (.).- Las principales bolsas europeas han abierto la sesión en rojo, en la estela de los mercados asiáticos, ante el temor de los inversores a que la economía estadounidense se haya deteriorado más de lo previsto y entre en recesión.
El nerviosismo se desató la semana pasada después de los datos negativos de empleo y actividad industrial publicados el jueves y el viernes en EE.UU., una situación que agravaron los resultados decepcionantes de algunas grandes compañías tecnológicas.
Tras los descensos registrados el viernes en Wall Stret, la ola de ventas se ha extendido este lunes a Asia y a Europa.
En Europa, minutos después de la apertura, Milán bajaba un 3,8 %; Fráncfort, un 3 %; Madrid, un 2,8 %; París, un 2,7 %, y Londres, un 2,4 %.
En Asia, Tokio ha bajado un 12,4 %, la segunda mayor caída de su historia, porque al pesimismo general se une la preocupación por el impacto que puede tener en las exportaciones la fortaleza del yen, que se ha apreciado tras la última subida de tipos decidida por el Banco de Japón.
En la misma línea, Seúl se ha dejado un 8,77 % y Taiwán, un 8,35 %. Las bolsas de Hong Kong y Shanghái también cotizan en negativo aunque con pérdidas más moderadas.
El viernes, en Wall Street, el Dow Jones perdió el 1,51 %; el S&P 500, el 1,84 %, y el tecnológico Nasdaq, el 2,43 %.
Los inversores temen que la Reserva Federal de EE.UU. haya tardado demasiado en actuar y que su demora -el primer recorte de tipos se espera para septiembre- lleve a la economía estadounidense a la recesión.
Los mercados estarán pendientes este lunes del índice ISM de actividad del sector servicios en EE.UU., un indicador que cobra especial protagonismo en la situación actual.
Si no se confirma la recuperación prevista, "podrían intensificarse los temores a una desaceleración excesiva de la economía americana, teniendo en cuenta el elevado peso de los servicios", apunta Javier Díaz, analista senior de Renta 4 (BME:RTA4).
En este contexto, los inversores apuestan por la renta fija, lo que se está traduciendo en un descenso de la rentabilidad.
El rendimiento del bono alemán, considerado el más seguro, baja hasta el 2,14 %.
El euro se aprecia respecto al dólar estadounidense y se cambia 1,094 unidades.
Los precios del petróleo siguen a la baja ante el temor de los inversores a un debilitamiento de la demanda.
El Brent, el crudo de referencia en Europa, cae casi el 1 % y ronda los 76 dólares por barril.
El precio del oro, uno de los activos refugio en tiempos de incertidumbre, retrocede un 0,3 y se sitúa en torno a los 2.434 dólares por onza.
Las criptomonedas se desploman: el bitcóin, la más utilizada, baja un 11 %, y el ether, la segunda del mercado, se deprecia un 15 %.