LONDRES - Las bolsas europeas alcanzaron el jueves un nuevo máximo anual, con el índice Stoxx Europe 600 cerrando con una subida del 0,3%. El impulso positivo en Europa tuvo su reflejo en los futuros estadounidenses, que indicaban que Wall Street se encaminaba a nuevas subidas, con los futuros del Nasdaq señalando una fuerte apertura y el S&P 500 rondando su máximo histórico.
La subida se vio impulsada por el optimismo de los inversores ante la posibilidad de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés en 2023. Las expectativas del mercado, reflejadas en los datos de precios de los swaps, sugieren que los recortes de tipos podrían comenzar ya en marzo. Esta anticipación de una política monetaria más laxa ha impulsado los recientes movimientos del mercado.
En el mercado de renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, continuando una tendencia de ganancias significativas en los últimos meses. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, referencia de los costes de endeudamiento en todo el mundo, ha ido subiendo a medida que los inversores asimilaban los posibles cambios en la política de la Reserva Federal.
Mientras tanto, el dólar estadounidense se debilitó frente a una cesta de divisas importantes, continuando su reciente trayectoria a la baja. El yen japonés, en particular, experimentó una apreciación frente al dólar. Este movimiento en los mercados de divisas tiene diversas implicaciones, entre ellas hacer que los activos denominados en dólares resulten más atractivos para los inversores internacionales.
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