MILÁN (Reuters) - Las bolsas europeas caían el martes a su nivel más bajo desde agosto de 2017 al agravarse las ventas globales de activos y con la volatilidad en máximos por las crecientes preocupaciones sobre la inflación y el repunte de la rentabilidad de los bonos.
Todos los índices sectoriales cotizaban en rojo, arrastrando al índice pan-europeo STOXX 600 a su séptima sesión consecutiva de pérdidas.
El índice caía un 2,6 por ciento a las 0814 GMT, mientras que el FTSE británico descendía un 2,5 por ciento y el DAX alemán perdía un 2,7 por ciento. El índice de volatilidad del STOXX europeo alcanzó su nivel más alto desde abril de 2017.
"El movimiento en los precios está claramente conducido por factores técnicos, vinculados a un despertar abrupto de la volatilidad de las acciones", dijo Alessandro Balsotti, director de gestión de activos en JCI Capital Ltd. "Estamos, sin duda, en terreno desconocido".
Los inversores temen que un regreso de la inflación signifique un endurecimiento temprano de las políticas monetarias por parte de los bancos centrales, replegando unos estímulos que contribuyeron a impulsar las valoraciones y llevaron a las bolsas europeas a máximos de dos años el pasado enero.
Entre los principales perdedores del martes se encontraba Ocado, que caía un 7,1 por ciento después de que el supermercado virtual británico no alcanzase las expectativas con un resultado operativo bruto que fue plano en el año.
Por su parte, Babcock perdía un 4 por ciento después de rebajar sus perspectivas de ingresos.
Entre los pocos valores en territorio positivo, Intesa Sanpaolo (MI:ISP) subía un 0,4 por ciento después de que el mayor banco minorista de Italia prometiese recortar a la mitad su cantidad de créditos morosos, aumentar sus ingresos y recortar sus costes en un nuevo plan a cuatro años. Operadores dijeron que el mercado había acogido favorablemente los planes de Intensa en materia de dividendo.
AMS (SIX:AMS) subía un 7,9 por ciento después de que el fabricante de microprocesadores registrase un incremento en los beneficios del cuarto trimestre al sacar partido de la creciente demanda de los sensores que el grupo austriaco hace para grupos de teléfonos inteligentes como Apple (NASDAQ:AAPL).