Investing.com -- Las propuestas de ajuste a las controvertidas reformas del régimen fiscal "non-dom" por parte de la Ministra de Hacienda británica, Rachel Reeves, no han logrado tranquilizar a los inversores globales y a las personas con alto patrimonio neto (HNWI, por sus siglas en inglés), según Nigel Green, CEO del gigante de asesoría financiera global, deVere Group.
Reeves hizo un anuncio en el Foro Económico Mundial de Davos, sugiriendo posibles enmiendas al proyecto de ley de Finanzas, que podrían eliminar algunos de los aspectos controvertidos de los cambios en la tributación de los "non-dom". Sin embargo, la falta de detalles en su propuesta ha sido recibida con escepticismo.
Green ha expresado su preocupación sobre el impacto de estas políticas en la competitividad global del Reino Unido, afirmando que los cambios propuestos no proporcionan la claridad ni la garantía necesarias para mitigar el daño ya causado. Describió el anuncio como una muestra del fracaso del gobierno en comprender las implicaciones más amplias, en lugar de un intento genuino de reconstruir la confianza.
El CEO de deVere Group añadió que la reputación del Reino Unido de estabilidad y previsibilidad, que ha atraído talento global y creadores de riqueza durante décadas, se ha visto comprometida de manera constante. Expresó que las medidas propuestas no serán suficientes para restaurar la confianza.
El sistema fiscal "non-dom" del Reino Unido, que alguna vez fue un gran atractivo para individuos con movilidad internacional, ha visto disminuir sus ventajas en los últimos años debido a cambios repentinos, comunicación inconsistente y una percibida desconexión entre los legisladores y la comunidad financiera global.
Green destacó que la incertidumbre en torno a estos cambios fiscales está causando frustración y fatiga entre los clientes, haciendo imposible la planificación futura. Agregó que muchos están buscando activamente jurisdicciones que prioricen la previsibilidad y la equidad.
Los efectos de esta incertidumbre ya están impactando sectores dependientes de la riqueza global, incluyendo los mercados inmobiliarios de lujo y los servicios financieros. La reticencia de Reeves a proporcionar detalles específicos sobre sus enmiendas propuestas exacerba aún más el problema, indicando a los HNWI e inversores que el gobierno no está en sintonía con las necesidades de este grupo demográfico crítico.
Green enfatizó que para que el Reino Unido mantenga su estatus como centro global de riqueza, necesita involucrarse directamente con las partes interesadas de la industria y establecer un régimen fiscal claro, competitivo y sostenible. Sin esto, el Reino Unido corre el riesgo de alejar a los individuos y empresas que impulsan la innovación y la inversión.
La ausencia de un enfoque decisivo y con visión de futuro plantea interrogantes sobre el posicionamiento global futuro del Reino Unido. Green concluyó que sin una acción audaz, el Reino Unido corre el riesgo de consolidar su imagen como una jurisdicción caracterizada por la incertidumbre.
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