Riga, 19 abr (.).- Letonia cambiará su ley de Energía para impedir oficialmente la compra de gas ruso a final de año, anunció este martes el ministro de Economía, Janis Vitenbergs, tras una reunión del Gobierno letón.
Vitenbergs calificó la decisión de "histórica" y dijo que el Gobierno acordó en principio comprar gas para el próximo otoño e invierno a la terminal de Gas Natural (BME:NTGY) Licuado (GNL) de Klaipeda, en Lituania, y a una terminal GNL flotante en Estonia que operarán conjuntamente ese país y Finlandia.
El cambio de la ley letona para prohibir las compras de gas ruso tiene que pasar todavía por el Parlamento o Saeima.
El ministro de Economía, que representa al partido de centro derecha Alianza Nacional en la coalición cuatripartita que preside el primer ministro Krisjanis Karis, dijo que su ministerio examinará propuestas del sector privado antes del 31 de mayo para impulsar la construcción de una terminal terrestre de GNL y de regasificación en la costa letona.
Vitenbergs se desplazó hace unas semanas a Estados Unidos, donde se reunió con posibles inversores en una instalación de GNL en la costa letona. Dijo entonces que el principal criterio para elegir un proyecto al respecto será que no necesite financiación estatal, que se pueda levantar rápidamente y que sea viable en términos económicos.
A propósito de los planes para acabar con la dependencia del gas ruso, Karins dijo que Letonia no daría garantías públicas a ninguno de los proyectos de GNL excepto al conjunto entre Estonia y Lituania en relación con el final de las importaciones de gas ruso de aquí a final de año o antes.
Vitenbergs dijo que ha delegado la negociación sobre los términos de los acuerdos para la compra de gas a la terminal flotante estonio-finlandesa, que estará en el puerto estonio de Paldiski.
En declaraciones a Efe afirmó que todavía es demasiado pronto para decir si Letonia compartirá el coste de alquilar la terminal de GNL a través de la empresa pública de energía Latvenergo o si se limitará a comprar el gas que necesite.
Según medios estonios, el alquiler en régimen de "leasing" de la terminal flotante le costaría a Estonia unos 10 millones de euros anuales.
Letonia, que ha anunciado que dejará de comprar gas ruso a final de año, comprará además gas a la terminal de Klaipeda y lo almacenará junto con el procedente de la de Paldiski en una instalación subterránea en la ciudad letona de Incukalns.
Los depósitos de Incukalns son gestionados por Conexus Baltic Grid, creada en 2016 como una red báltica de distribución y almacenamiento al por mayor.
"La capacidad activa de gas de la instalación subterránea de almacenamiento puede alcanzar los 2.300 millones de metros cúbicos, lo que puede abastecer completamente las necesidades de combustible y energía de Letonia y la región", según indica la empresa en su sitio.