Washington, 12 dic (EFE).- El secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, volvió a advertir hoy al Congreso que debe aprobar "rápidamente" la reforma del sistema de cuotas del Fondo Monetario Internacional (FMI), si no quiere "arriesgar la pérdida de influencia" de Washington en el organismo internacional.
"Sin estas reformas, nos arriesgamos a la pérdida de influencia en el FMI mientras otros países buscan asegurar su peso fuera de las estructuras de gobierno del FMI", afirmó Lew en una comparecencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
Lew subrayó que la reforma de gobierno y cuotas del Fondo supone "un buen trato para Estados Unidos y la economía global".
"Preserva", agregó, "el poder de veto de EE.UU." en el organismo y facilita cambios en la composición del Directorio Ejecutivo, el principal órgano de la institución.
Por ello, Lew señaló que es "imperativo" que el Congreso selle esta reforma "lo más rápido posible".
Estados Unidos es el principal contribuyente de la institución dirigida por Christine Lagarde, y como tal cuenta con el mayor porcentaje de voto.
No obstante, requiere de la aprobación del Congreso para modificar su participación en el organismo internacional, acordada en 2010, que iría acompañada de un aumento en la capacidad de voto de economías emergentes como China y Brasil, así como de los recursos del organismo internacional.
La incapacidad de Washington para aprobar esta reforma desde entonces ha bloqueado la reestructuración del Fondo, y ha generado un creciente malestar por parte de los emergentes, que consideran que EE.UU. no quiere reconocer la nueva realidad económica mundial.
Lew subrayó, además, que las instituciones de desarrollo multilateral son "socios indispensables" a la hora de apoyar "nuestros objetivos de seguridad nacional y promover el crecimiento económico".
La última propuesta presupuestaria del presidente de EE.UU., Barack Obama, para 2014 y presentada en abril, incluye la consolidación de una partida de 63.000 millones de dólares para el FMI, previamente asumida como de carácter temporal.
No obstante, aún no hay fecha para su ratificación dada la división existente en el Congreso, con el Senado dominado por los demócratas y la Cámara por los republicanos, y las continuas batallas fiscales entre ambos partidos
Cada vez que se ha sondeado esa posibilidad, ha enfrentado el escepticismo de un gran parte de los legisladores, especialmente republicanos, que consideran que contribuiría al abultado déficit presupuestario. EFE
"Sin estas reformas, nos arriesgamos a la pérdida de influencia en el FMI mientras otros países buscan asegurar su peso fuera de las estructuras de gobierno del FMI", afirmó Lew en una comparecencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
Lew subrayó que la reforma de gobierno y cuotas del Fondo supone "un buen trato para Estados Unidos y la economía global".
"Preserva", agregó, "el poder de veto de EE.UU." en el organismo y facilita cambios en la composición del Directorio Ejecutivo, el principal órgano de la institución.
Por ello, Lew señaló que es "imperativo" que el Congreso selle esta reforma "lo más rápido posible".
Estados Unidos es el principal contribuyente de la institución dirigida por Christine Lagarde, y como tal cuenta con el mayor porcentaje de voto.
No obstante, requiere de la aprobación del Congreso para modificar su participación en el organismo internacional, acordada en 2010, que iría acompañada de un aumento en la capacidad de voto de economías emergentes como China y Brasil, así como de los recursos del organismo internacional.
La incapacidad de Washington para aprobar esta reforma desde entonces ha bloqueado la reestructuración del Fondo, y ha generado un creciente malestar por parte de los emergentes, que consideran que EE.UU. no quiere reconocer la nueva realidad económica mundial.
Lew subrayó, además, que las instituciones de desarrollo multilateral son "socios indispensables" a la hora de apoyar "nuestros objetivos de seguridad nacional y promover el crecimiento económico".
La última propuesta presupuestaria del presidente de EE.UU., Barack Obama, para 2014 y presentada en abril, incluye la consolidación de una partida de 63.000 millones de dólares para el FMI, previamente asumida como de carácter temporal.
No obstante, aún no hay fecha para su ratificación dada la división existente en el Congreso, con el Senado dominado por los demócratas y la Cámara por los republicanos, y las continuas batallas fiscales entre ambos partidos
Cada vez que se ha sondeado esa posibilidad, ha enfrentado el escepticismo de un gran parte de los legisladores, especialmente republicanos, que consideran que contribuiría al abultado déficit presupuestario. EFE