Madrid, 1 jul (.).- Expertos y administradores concursales han defendido este jueves la necesidad de que los concursos de acreedores se articulen como "salvavidas" de las empresas y no como una herramienta para liquidarlas, y han animado a las compañías a acudir a estos procedimientos antes de que sus problemas se agraven.
En una jornada organizada por la plataforma eactivos.com en colaboración con la Asociación Profesional de Administradores Concursales (Aspac), han pedido mayor estabilidad y seguridad jurídica para el sector, y han solicitado reformas que agilicen los concursos para evitar la "muerte" de las empresas.
Según el profesor asociado de Derecho Mercantil de la Universidad de Oviedo Pedro Prendes, más del 95 % de estos procedimientos acaban en liquidación, lo que se debe a la "tardía presentación del concurso" por parte de las compañías, que llegan con un "certificado de defunción".
En esta línea se ha expresado el juez de lo Mercantil número 11 de Madrid, Manuel Ruiz de Lara, que da alas a "quitar el estigma" al concurso, un procedimiento que se seguirá utilizando a pesar de que la nueva directiva europea, aún por transponer, potencie los mecanismos previos como las reestructuraciones y refinanciaciones.
En opinión del presidente de Aspac, Diego Comendador, el problema está en que, aunque en España "ya empieza a haber cultura" de la insolvencia, todavía "se concursa muy poco y tarde" respecto al resto de países europeos.
Se ha referido de esta forma a las cifras del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a tenor de las cuales la duración de los concursos ha pasado "de los 22 meses en 2010 a los 54 meses en 2019".
Esta demora provoca el rechazo de los responsables de las empresas, conscientes de que en ese periodo se van a tener que enfrentar a escenarios extremos, incluido el que la banca no les dé financiación.
"Y el empresario se desangra. Así que cuando al final entra en concurso lo hace desfondado", ha lamentado Comendador, que ha insistido en que "hay que acortar los plazos" en la tramitación de estos procedimientos.
Por este motivo, ha explicado la directora adjunta de Eactivos.com, Paula Herrero, los concursos habrían de articularse como "salvavidas", ya que hoy en día "es desgraciadamente una herramienta para liquidar empresas".
MAYOR ESPECIALIZACIÓN DE LOS ADMINISTRADORES
Una de las soluciones pasaría por la profesionalización de la administración concursal, algo que "en España no existe".
De media, en nuestro país hay unos 12.000 administradores concursales para 3.000 procedimientos, lo que significa que cada profesional se hará cargo de un concurso "cada cinco años", algo "que no se sostiene".
"Hay que crear un verdadero cuerpo de administradores concursales que sean la 'mano derecha' del juez, sin ninguna sombra de corrupción que vuele sobre nosotros", ha dicho Comendador.
Esta profesionalización repercutiría en un "beneficio" no solo para deudores y acreedores sino también para el resto de la sociedad, y es que facilitaría la progresiva desjudicialización y por ende, la agilización, de estos procedimientos.
Ello permitiría al juez seguir dirigiendo y resolviendo las disputas que pudieran surgir en el seno del concurso, aunque serían los administradores, como especialistas, quienes lo ejecutaran.
PRESENTAR CONCURSO PESE A LA MORATORIA
Durante la jornada, los expertos han repasado además el impacto del texto refundido de la Ley Concursal, el cual creen que es "inoportuno" y que no ha contribuido a dotar al sistema de la seguridad jurídica necesaria, y de la normativa concursal promulgada por el Gobierno con motivo de la crisis de la COVID-19.
Entre las medidas está la moratoria a la presentación de los concursos, cuya última prórroga se encuentra en vigor hasta finales de año, una medida que, sostiene la catedrática de Derecho Mercantil de la Universidad CEU San Pablo Ana Belén Campuzano, "no santifica todo".
Campuzano ha llamado así a la prudencia, ya que, aunque hay una moratoria, también existen mecanismos en caso de problemas de insolvencia que "si hay que usarlos hay que usarlos, pero ignorar la situación no vale de nada".