(Actualiza la EC5087 con datos más recientes)
Madrid, 12 mar (.).- Las rentabilidades de la deuda pública europea repuntan tras la fuerte caída que registraron el jueves después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara su intención de acelerar la compra de activos, mientras que la del bono estadounidense vuelve a tensarse.
El interés del bono español a diez años, el de referencia, sube hasta el 0,33 % en el mercado secundario, por encima del 0,27 % que tocó justo después del anuncio del BCE y muy cerca del 0,34 % en el que se situaba antes de la reunión del banco central, según datos de Bloomberg.
La rentabilidad del bono alemán ha repuntado (se ha hecho menos negativo) y ahora ronda el -0,295 %, más alta que antes de la reunión del BCE. El jueves, llegó a bajar hasta el -0,368 % tras conocerse las decisiones del banco central.
También suben los intereses de la deuda de los países europeos periféricos. La rentabilidad del bono italiano repunta hasta el 0,63 %; la del portugués, hasta el 0,2 % y la del griego, hasta el 0,8 %.
El interés del bono italiano descendió hasta el 0,57 % tras los anuncios del BCE, pero antes de la reunión estaba en el 0,65 %.
En el caso del bono portugués, la rentabilidad estaba en el 0,22 % y cayó hasta el 0,16 % después de conocerse las medidas del banco central.
El más estable ha sido el bono griego, que bajó desde el 0,83 % hasta el 0,76 % tras la reunión del BCE.
Fuera del área de influencia del BCE, la rentabilidad del bono estadounidense vuelve a tensarse y supera el 1,6 % (hasta el 1,62 %).
En cualquier caso, analistas, gestoras y bancos de inversión insisten en que la respuesta del banco central ha sido la adecuada.
Según el grupo suizo de banca privada Julius Baer (SIX:BAER), el BCE "ha cumplido ampliamente" las expectativas del mercado al anunciar una aceleración en el ritmo de compra de bonos para contener la subida de las rentabilidades.
En su opinión, el BCE ha mostrado "un fuerte compromiso" para garantizar que las condiciones de financiación en la zona del euro no se vuelvan más duras.
Anna Stupnytska, economista de Fidelity International, considera que las medidas adoptadas ayer muestran que el BCE se sentía incómodo con la fuerte subida de las rentabilidades.
A su juicio, la decisión del BCE de no fijar un ritmo concreto de compra de bonos es "sensata" porque persiste la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia de coronavirus y la recuperación económica.