Madrid, 17 ago (.).- Los inversores llegarán a la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming, EE.UU.), que comienza el próximo jueves, con el panorama más despejado, como muestra la recobrada calma de los mercados bursátiles.
Los datos de empleo y consumo publicados esta semana alejan el riesgo de una recesión en EE.UU., y el descenso de la inflación abre las puertas a un recorte de los tipos de interés en septiembre.
La decisión del Banco de Japón de retrasar nuevas subidas de tipos también ha tranquilizado a los inversores, sobre todo a los que se habían endeudado en yenes para comprar activos más rentables denominados en otras divisas, una práctica conocida como 'carry trade'.
No obstante, los inversores estarán muy atentos a las actas de la Reserva Federal de EE.UU., que se publican el miércoles, y a cualquier pista que pueda ofrecer su presidente, Jerome Powell, en Jackson Hole.
En cualquier caso, la cita llega con menos angustia de lo previsto tras el desplome bursátil del 5 de agosto, que afectó sobre todo a las bolsas asiáticas, aunque impactó también en Europa y EE.UU.
Los nervios comenzaron a aplacarse con la actitud cautelosa del Banco de Japón, comunicada la semana pasada.
En los últimos días, esa mayor calma se ha consolidado con un puñado de indicadores macroeconómicos.
Los datos sobre ventas minoristas y peticiones de subsidios de desempleo, conocidos el jueves, añadieron más elementos para pensar en un 'aterrizaje suave' de la economía estadounidense.
"Estos datos demuestran una vez más que el riesgo de recesión sigue siendo bajo en EE.UU., incluso cuando la economía se desacelera desde niveles de crecimiento insosteniblemente fuertes", subraya Ronald Temple, estratega jefe de Mercados de la firma de servicios financieros Lazard (NYSE:LAZ).
En su opinión, "los argumentos a favor de una flexibilización de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal son sólidos como una roca, pero hay pocas señales que sugieran la necesidad de una reducción de 50 puntos básicos".
La moderación de los precios en EE.UU. también tranquiliza a los mercados, ya que, en caso de necesidad, permitirá a la Fed jugar la baza del recorte de tipos en mayor o en menor medida.
Según Tiffany (NYSE:TIF) Wilding, economista de Pimco, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, la evolución de los precios "debería aumentar aún más la confianza de la Reserva Federal en que la inflación está volviendo de forma sostenible a su mandato a largo plazo del 2 %".
"La moderación de los precios, junto con el enfriamiento de los mercados laborales, ha equilibrado los riesgos de inflación y ha aumentado la atención sobre la economía real y los riesgos de empleo", apunta.
No obstante, precisa que "un análisis más detallado" de los datos muestra que el aumento del desempleo responde más a una creciente oferta de mano de obra, por la inmigración, que a la pérdida de puestos de trabajo.
"Los datos de inflación de EE.UU. del miércoles trajeron buenas noticias para los inversores y los bancos centrales", coincide Felipe Villarroel, gestor de carteras de Vontobel (SIX:VONN).
Según Villarroel, "aunque el descenso de la inflación subyacente de los bienes fue mayor de lo esperado, el informe también contenía algunos datos negativos de menor importancia", en especial el repunte de los precios de los servicios básicos "por el temido componente de la vivienda".
"A pesar de esos datos menos alentadores, creemos que este conjunto de estadísticas refuerza los argumentos a favor de que la Fed recortará los tipos en septiembre", pronostica.
Villarroel apuesta por una bajada de 25 puntos básicos. "Las probabilidades de un recorte de 50 puntos básicos han disminuido", subraya.
Karen Manna, gestora de la firma estadounidense Federated Hermes (EPA:HRMS), plantea algunas objeciones al optimismo generalizado en torno a la evolución de los precios.
"Si la inflación es más baja, ¿está el consumidor renunciando a comprar? ¿O es que algunos comerciantes han forzado demasiado los precios y ya no son competitivos? Hay más preguntas que respuestas", señala.