Bruselas, 24 jul (.).- Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) se reúnen este martes por primera vez desde que Rusia decidió abandonar el acuerdo que facilitaba la exportación de cereal ucraniano a través del mar Negro, en un encuentro en el que los Veintisiete abordarán la situación de los mercados agrícolas.
La de mañana también será la primera reunión formal de los titulares de Agricultura durante la presidencia española del Consejo de la UE.
En ese encuentro, los ministros tratarán la situación de los mercados a la luz de la invasión rusa de Ucrania.
El lunes de la semana pasada, Rusia anunció que abandonaba el pacto que garantizaba la seguridad de la navegación por el mar Negro para que Ucrania pudiera transportar su cereal al resto del mundo.
Desde entonces, Moscú ha bombardeado instalaciones portuarias dedicadas a la exportación de productos agrícolas ucranianos, especialmente relevantes para garantizar la seguridad alimentaria en África y Oriente Medio.
En el debate de este martes, los ministros abordarán el estado de los mercados "teniendo en cuenta el impacto de los acontecimientos recientes en relación con la situación de Ucrania", según el Consejo de la UE. Se espera que los titulares mencionen la salida rusa del acuerdo del cereal.
Fuentes europeas reconocieron que el acuerdo del mar Negro "lógicamente es uno de los factores que afecta" a la situación de los mercados, pero añadieron que no es el único, ya que también influyen las condiciones climáticas o las últimas ayudas extraídas de la reserva de crisis de la Política Agrícola Común para apoyar a los Estados miembros.
Por tanto, anticiparon que el debate no estará "solo centrado en la parte de la situación de Ucrania". "No se centrará exclusivamente en eso o eso es lo que pensamos", dijeron las fuentes.
Los Veintisiete también intercambiarán puntos de vista sobre los desafíos que podría sufrir el sector en el corto y medio plazo y evaluarán la situación en función de sus estimaciones de cosecha para 2023 y el contexto geopolítico.
Además, Polonia, respaldada por Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia, pedirá prolongar más allá del 15 de septiembre las medidas aprobadas por la Comisión Europea que prohíben la entrada de trigo, maíz, colza y semillas de girasol ucranianos a esos cinco países, salvo si su destino final es otro Estado.
En efecto, está prohibido que los cuatro productos agroalimentarios de la antigua república soviética se queden en esos cinco países de la UE y sean vendidos en sus mercados nacionales.
Sin embargo, pueden atravesar el territorio de Polonia, Rumanía, Bulgaria, Hungría y Eslovaquia si el destino final es otro Estado miembro del club comunitario o un país tercero.
La Comisión Europea aprobó esos vetos tras las quejas de que los productos ucranianos se almacenaban en esos cinco países, en lugar de ser distribuidos a terceros Estados, lo que perjudicaba a los mercados agrarios locales.
Varsovia ya ha anunciado que mantendrá la prohibición de importar productos agroalimentarios más allá del 15 de septiembre, incluso si la UE decreta lo contrario.
Por otro lado, los titulares de Agricultura abordarán el proyecto legislativo que pretende reducir el uso de pesticidas.
En junio del año pasado, la Comisión Europea presentó una propuesta para obligar a reducir en un 50 % el uso de pesticidas químicos y de los pesticidas más peligrosos en la Unión Europea para 2030.
El Ejecutivo comunitario no tuvo en cuenta las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en la agricultura al presentar esa propuesta y, por ello, el pasado diciembre los Estados miembros solicitaron a la Comisión un nuevo análisis de impacto.
En el análisis de impacto adicional, publicado este mes, Bruselas asegura que la iniciativa no pone en riesgo la seguridad alimentaria, incluso si se tiene en cuenta la invasión rusa de Ucrania.
Fuentes europeas afirmaron que esa nueva evaluación de impacto "no cubre todos los aspectos que los Estados miembros solicitaban", pero sí "bastantes elementos".
Añadieron que se está definiendo "un conjunto de países importante que considera que hay espacio para avanzar en el reglamento siempre y cuando se tengan en cuenta las particularidades nacionales" en su implementación y se actúe con prudencia.