Madrid, 13 nov (EFE).- Los precios de consumo atenuaron en octubre su caída al 0,1 % por el encarecimiento de legumbres, frutas y hortalizas frescas, un descenso que desde el Gobierno confían en que continúe moderándose en los próximos meses.
Con el decrecimiento registrado en octubre, los precios acumulan ya cuatro meses a la baja, algo sobre lo que ha influido el comportamiento de la energía, principalmente del petróleo, que hoy se situó en los 80 dólares por barril, acumulando una caída del 30 % desde junio.
Así, los precios de los productos energéticos cayeron el 1,1 %, por combustibles y carburantes y por la tarifa eléctrica.
La inflación subyacente (sin alimentos frescos ni productos energéticos) se mantiene en el -0,1 %, al igual que el IPC general.
En el comportamiento del IPC en octubre influye también el precio de la vivienda, cuya tasa de incremento, del 1,3 %, empeora nueve décimas la registrada el mes anterior, debido al abaratamiento de la electricidad frente al encarecimiento de un año antes.
En tasa mensual, el IPC se situó en el 0,5 % debido a la mejora del vestido y calzado por la temporada de invierno, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, por el encarecimiento de legumbres, hortalizas y frutas frescas y aceites.
Por el contrario, empeoró el comportamiento durante octubre del transporte, del ocio y de la cultura por el descenso de precios de los viajes organizados, de las comunicaciones por el abaratamiento de los servicios telefónicos, de hoteles, cafés y restaurantes y de la vivienda.
Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Íñigo Fernández de Mesa, ha previsto que en los próximos meses haya un "menor crecimiento negativo del IPC", ya que ha considerado que "la tendencia iniciada en agosto de reducción de la tasa va a continuar en los próximos meses".
Tras casi cuatro años holgadamente en positivo, en el último año los precios se han situado siempre por debajo del 0,5 % y, en varias ocasiones, con tasas negativas, como fue el caso de octubre de 2013 cuando cayeron el 0,1 %, el primer descenso desde 2009.
Después de esta tasa negativa, los precios crecieron durante cuatro meses para volver a caer en marzo pasado (0,1 %) y continuaron después otra racha alcista hasta que en julio comenzaron de nuevo a bajar (el 0,3 %), seguido de agosto (0,5 %) y septiembre (0,2 %).
La CEOE prevé una inflación prácticamente plana para el conjunto de 2014, con precios que se sitúen planos o registren ligeras tasas de variación en noviembre y diciembre, y más al tener en cuenta los notables descensos que se están produciendo en el precio del petróleo.
En el promedio del ejercicio, la tasa de inflación se situará en torno al 0 %, significativamente inferior a la registrada en 2013 (1,4 %), por lo que esperan que, en 2015, la inflación vuelva a registrar crecimientos positivos, aunque muy suaves.
Desde los sindicatos UGT y CCOO, han considerado que la caída de los precios evidencia el ajuste salarial y la debilidad de la demanda interna, algo que atribuyen a las dificultades de las familias para reducir su endeudamiento, al tiempo que han alertado del riesgo potencial asociado a un escenario de deflación.