Londres, 12 dic (EFE).- El salario de los diputados británicos subirá un 11 %, hasta 74.000 libras anuales (88.000 euros), después de las elecciones generales de 2015, confirmó hoy la Autoridad independiente de estándares parlamentarios (Ipsa).
Pese a la oposición de muchos políticos como el primer ministro, David Cameron, que consideran el aumento inoportuno en tiempos de crisis, la Ipsa ha reafirmado su propuesta inicial de mejorarles la paga, con el argumento de que hay que atraer a nuevos talentos.
El organismo, creado en 2009 precisamente para evitar que fueran los propios diputados quienes aprobaran sus emolumentos, ha alertado de que rechazar su propuesta significará desacreditarle.
La Ipsa asegura que el incremento salarial, en un momento de sueldos congelados o estancados para la mayoría de los ciudadanos, no representará un gasto adicional para el erario público, ya que se reducirán los beneficios por pensiones y otros incentivos.
"Por primera vez, el sueldo y las pensiones de los diputados se fijan de forma independiente y lejos de los acuerdos políticos que se cuecen en (el Parlamento de) Westminster", declaró hoy el presidente del organismo, Ian Kennedy.
Kennedy explicó que la intención es "eliminar los incentivos demasiado generosos y desfasados e introducir un aumento de sueldo puntual, tras el cual los aumentos de salarios de los diputados se vincularán a los de los demás".
El incremento salarial, muy impopular entre la opinión pública, ha sido condenado por los líderes de los principales partidos, si bien es respaldado por algunos diputados de menor rango.
Cameron, el viceprimer ministro y líder liberaldemócrata, Nick Clegg, y el jefe de la oposición laborista, Ed Miliband, han pedido a la Ipsa que reconsidere su posición, algo que rechaza la entidad.
Kennedy subrayó que el organismo no debe ceder a "presiones políticas" y, en cambio, ha de cumplir con su deber de modernizar el sistema de pagas, dietas e incentivos que cobran los diputados, tras varios escándalos por abusos en los últimos años.
De todas formas, el presidente de la Ipsa dijo que, antes de que entre en vigor el aumento en verano de 2015, el organismo realizará una revisión final, tal como le exige la normativa. EFE
Pese a la oposición de muchos políticos como el primer ministro, David Cameron, que consideran el aumento inoportuno en tiempos de crisis, la Ipsa ha reafirmado su propuesta inicial de mejorarles la paga, con el argumento de que hay que atraer a nuevos talentos.
El organismo, creado en 2009 precisamente para evitar que fueran los propios diputados quienes aprobaran sus emolumentos, ha alertado de que rechazar su propuesta significará desacreditarle.
La Ipsa asegura que el incremento salarial, en un momento de sueldos congelados o estancados para la mayoría de los ciudadanos, no representará un gasto adicional para el erario público, ya que se reducirán los beneficios por pensiones y otros incentivos.
"Por primera vez, el sueldo y las pensiones de los diputados se fijan de forma independiente y lejos de los acuerdos políticos que se cuecen en (el Parlamento de) Westminster", declaró hoy el presidente del organismo, Ian Kennedy.
Kennedy explicó que la intención es "eliminar los incentivos demasiado generosos y desfasados e introducir un aumento de sueldo puntual, tras el cual los aumentos de salarios de los diputados se vincularán a los de los demás".
El incremento salarial, muy impopular entre la opinión pública, ha sido condenado por los líderes de los principales partidos, si bien es respaldado por algunos diputados de menor rango.
Cameron, el viceprimer ministro y líder liberaldemócrata, Nick Clegg, y el jefe de la oposición laborista, Ed Miliband, han pedido a la Ipsa que reconsidere su posición, algo que rechaza la entidad.
Kennedy subrayó que el organismo no debe ceder a "presiones políticas" y, en cambio, ha de cumplir con su deber de modernizar el sistema de pagas, dietas e incentivos que cobran los diputados, tras varios escándalos por abusos en los últimos años.
De todas formas, el presidente de la Ipsa dijo que, antes de que entre en vigor el aumento en verano de 2015, el organismo realizará una revisión final, tal como le exige la normativa. EFE