Ginebra, 8 ago (.).- Los suizos se están preparando para hacer frente a posibles recortes de electricidad el próximo invierno tras los avisos de las autoridades de que una situación así no puede excluirse por las fuertes tensiones que se anticipan en el mercado eléctrico europeo cuando empiecen a funcionar los sistemas de calefacción.
La preocupación que esto ha causado en la población se refleja en el aumento interanual de las ventas de radiadores eléctricos móviles, que ha alcanzado 300 %, con un récord el pasado julio, mes en el que paradójicamente se han registrado récords de calor y una sequía que afecta varias partes del continente.
Las autoridades a cargo del sector eléctrico han empezado a recomendar a la gente que tenga reservas de velas en sus casas, así como linternas con pilas y madera en caso de que cuenten con una chimenea.
El responsable de la autoridad federal independiente de regulación del sector eléctrico, Werner Luginbühl, ha señalado que no se pueden excluir en lo absoluto apagones de varias horas en ciertas regiones de Suiza y que hay que estar preparados por si esto ocurre.
El temor que agita a las autoridades es que Suiza no reciba electricidad de la vecina Francia a finales de este año, una importación de la que depende en gran parte para cubrir el suministro eléctrico que no se produce internamente.
En esta misma línea se ha observado que las reservas hidráulicas de urgencia que deben hacer las represas serán insuficientes para garantizar un servicio eléctrico normal durante todo el semestre de frío.
Luginbühl ha dicho que una de las medidas de ahorro más eficaces sería el recorte de electricidad a las empresas, a lo que los políticos conservadores se oponen y que consideran únicamente como un último recurso, además de advertir que en este caso las compañías tendrían que ser indemnizadas.
Entre las medidas que se sugieren para evitar los recortes figuran reducir entre 1 y 2 grados la temperatura en las viviendas en invierno y hasta tres grados en el transporte público, lo que representaría un ahorro importante de energía.
Asimismo se ha planteado apagar los carteles publicitarios luminosos y las vitrinas de las tiendas en las noches, y prohibir el funcionamiento de los cañones de nieve en las estaciones de esquí cuando empiece la temporada de este deporte.
Los cañones de nieve son grandes consumidores de energía y de agua, un recurso que también está escaseando en Suiza debido a la sequía.
Otros plantean comenzar a instalar lo más pronto posible paneles solares gigantes en los Alpes y prohibir la venta de radiadores eléctricos móviles.
El problema está en boca de todos y el gobierno ha decidido destinar dos millones de euros para una campaña destinada a promover un ahorro general de electricidad.