Río de Janeiro, 30 dic (.).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó este lunes el decreto que eleva en un 7,5 % el valor del salario mínimo en Brasil, hasta 1.518 reales (unos 245,7 dólares o 236,2 euros) mensuales a partir de enero de 2015, informó la Presidencia.
El mismo porcentaje de variación del salario mínimo se aplica sobre las pensiones, las jubilaciones y los demás beneficios de la Seguridad Social, por lo que el total de beneficiarios con la medida, incluyendo los trabajadores que lo reciben, asciende a 59,3 millones de personas.
El reajuste para 2025 tuvo en cuenta la inflación de los últimos doce meses (4,84 %) y un aumento real del 2,5 %, el máximo previsto por el nuevo marco del ajuste fiscal del Gobierno.
Este es el tercer año seguido en que Lula concede un aumento real del salario mínimo en Brasil.
El primero fue concedido el 1 de enero de 2023, cuando asumió su tercer mandato como jefe de Estado, y el segundo en diciembre de ese mismo año.
Con las tres elevaciones, el salario mínimo acumula un aumento del 16,5 % desde el regreso al poder del líder progresista, que en la campaña electoral se comprometió a elevar la renta de los brasileños como herramienta para volver a reducir el hambre y los índices de pobreza en uno de los países más desiguales del mundo.
Aunque inicialmente sancionó una ley que prevé que el salario mínimo sea reajustado anualmente teniendo en cuenta la inflación del año anterior y el crecimiento del PIB brasileño dos años antes, lo que garantiza aumentos reales todos los años, en diciembre modificó la legislación para limitar las elevaciones.
En una de las medidas destinadas a reducir el abultado y preocupante déficit público del país, Lula determinó que la tasa de aumento real del salario mínimo anual tiene que limitarse a la misma tasa de elevación máxima permitida para los gastos públicos, que en 2025 es del 2,5 %.
Ello debido a que el reajuste anual del salario mínimo, además de los trabajadores, se aplica a los cerca de 40,6 millones de beneficiarios de pensiones y jubilaciones.
Según el Ministerio de Hacienda, con la limitación del aumento del salario mínimo, el Gobierno debe alcanzar una economía anual de 15.300 millones de reales (unos 2.476,8 millones de dólares) en pensiones.
La cartera calcula que por cada real de aumento del salario mínimo, los gastos públicos se elevan en 392 millones de reales (unos 63,5 millones de dólares).