Rabat, 14 jul (.).- El Gobierno de Marruecos ha revisado a la baja en 0,6 puntos sus iniciales previsiones de crecimiento del PIB para 2023 y las sitúa ahora en un 3,4 %, al tiempo que prevé un crecimiento del 3,7 % para 2024.
La actualización de estos datos la presentó este viernes el ministro delegado de Presupuestos, Faouzi Lakjaa, en una comparecencia junto con la ministra de Economía y Finanzas, Nadia Fettah Alaui, ante las dos comisiones de finanzas del Parlamento marroquí.
Lakjaa explicó que la economía marroquí, que estaba en fase de recuperación de la pandemia, se ha visto impactada por la guerra en Ucrania y las repercusiones de dos años consecutivos de sequía.
A ello se añade, según el ministro marroquí, el impacto de las bajas perspectivas de crecimiento y la lenta disminución de las presiones inflacionistas (pese al descenso de los precios de productos esenciales como fosfatos y trigo en los mercados internacionales) en los países de la zona euro en 2023, principal socio económico del país magrebí.
El ministro sugirió que esta revisión no ha sido mayor gracias a la dinámica positiva de algunos sectores no agrícolas, como el turismo y la industria de automoción, y añadió que las medidas del gobierno "han reforzado" la confianza de los inversores y organismos financieros internacionales en Marruecos.
El ministro prevé también una tendencia decreciente de la inflación -que alcanzó su máximo nivel en febrero pasado con un 10,1 % interanual y se situó en mayo pasado en un 7,1 % interanual- gracias a las medidas del gobierno con la subvención de los productos de primera necesidad y del transporte.
Respecto al próximo año, el gobierno marroquí prevé un crecimiento del 3,7 % basándose en la hipótesis de una producción cereal de 7,5 millones de toneladas, de una tasa de inflación del 3,4 % y del precio de 500 dólares de una tonelada del gas butano.
Sin embargo, según dijo estas previsiones pueden ser revisadas dependiendo del deterioro de la economía mundial y la rebaja de las previsiones de crecimiento en la Unión Europea a causa de la guerra en Ucrania y su impacto sobre las cadenas de producción en el mundo.