Berlín, 5 may (.).- La relajaciones de las medidas para contener la pandemia del coronavirus vuelve a convertir el extranjero en posible destino de los alemanes para sus próximas vacaciones de verano, según una encuesta del instituto demoscópico Civey.
Según el sondeo, publicado hoy por el proveedor de energía ecológica LichtBlick, el 36,9 % de los alemanes planea pasar las vacaciones de verano en el extranjero, principalmente en países europeos vecinos -el 31,4 %-, frente sólo a un 5,5 % que se decanta por un viaje de larga distancia.
El impacto de la pandemia en los hábitos de viaje se hizo evidente el año pasado y sólo un 28 % de los alemanes viajó al extranjero durante las vacaciones de verano.
"Debido a la relajación de medidas en toda Europa, los viajeros vuelven a tener, naturalmente, más opciones a disposición", señaló Ralph Kampwirth, portavoz de LichtBlick.
Así, agregó, "la pandemia parece representar un papel menor que el año pasado, lo que se traduce en que ahora son menos las personas que quieren pasar sus vacaciones de verano en Alemania".
De esta manera, si el año pasado algo más de la mitad de los alemanes -el 55 % - tenían previsto quedarse en Alemania, este año sólo es el 41,9 %, bien en casa -el 18,2 %- o en un destino vacaciones alemán -el 23,7 %-.
Al igual que el año pasado, la mayoría de viajeros -el 74 %- prefiere desplazarse al extranjero principalmente en su propio vehículo.
Aún así, el 33 % se plantea viajar en avión, un medio de transporte especialmente popular entre los jóvenes de 18 a 29 años, y el 13,5 % prefiere el tren.
Tanto si el viaje es de corta como de larga distancia, la drástica subida de los precios de la energía y del combustible empieza a tener su impacto también en la planificación de las vacaciones de verano.
Para el 30,8 % de los encuestados, el aumento de los precios es un factor decisivo en la elección su destino, sobre todo en las personas mayores de 65 años -el 35 %-.
Para la mayoría -el 59,9 %- (todavía) no lo es, y son particularmente los jóvenes de entre 18 y 29 años -el 70 %- los menos preocupados por el aumento de precios.
"Parte del aumento de los costes energéticos no llegará a los consumidores hasta 2023. Por ello, es probable que el aumento de los precios sólo tenga un mayor impacto en el destino vacacional en el futuro", indicó Kampwirth.