Shanghái (China), 14 may (EFE).- La Compañía Nacional de Energía Nuclear de China (CNNC, en sus siglas internacionales en inglés) ha recibido el visto bueno para llevar a cabo la que se espera que sea la mayor oferta pública de valores (OPV) en las bolsas chinas de los últimos cuatro años, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) anunció hoy que, después de tres años desde que el gigante nuclear estatal solicitó por primera vez su salida al parqué, le ha dado la luz verde oficial para llevarla a cabo en la Bolsa de Shanghái.
CNNC espera emitir un máximo de 3.890 millones de acciones de tipo A (denominadas en yuanes, con las que cotizan las principales firmas del país en las bolsas nacionales de Shanghái y Shenzhen), con las que prevé que pueda obtener más de 16.250 millones de yuanes (2.303 millones de euros, 2.619 millones de dólares).
La compañía prevé utilizar cerca de la mitad de esos fondos para aumentar su capital circulante compañía, y el resto para invertirlo en la construcción de distintos proyectos de generación de energía nuclear en las provincias de Zhejiang (este), Fujian (sureste) y la isla de Hainan (sur).
La empresa ya había presentado su primera solicitud de OPV en 2012, pero el regulador chino suspendió entonces su proceso de aprobación, ante la preocupación que mantuvo Pekín durante varios años por los riesgos de las salidas al mercado de compañías de gran influencia en sus respectivos sectores económicos.
De hecho, el regulador llegó a suspender la aprobación de nuevas OPV entre octubre de 2012 y enero de 2014 para fortalecer un mercado que, en aquel momento, llevaba años acumulando fuertes pérdidas y encadenando salidas a bolsa de grandes empresas que, tras una gran especulación inicial en la OPV, luego se desinflaban.
En parte aquellas pérdidas se debieron a que se toleró durante meses consecutivos un aluvión de OPV, que infló de manera irreal los precios de salida al mercado de las empresas y drenó buena parte de las inversiones en otras firmas para especular en las recién llegadas.
A los pocos días de cada salida, el mercado equilibraba a la baja los precios reales de las nuevas acciones, y millones de pequeños inversores sufrían una y otra vez fuertes pérdidas, como principales víctimas de estas exageraciones fraudulentas.
La CRMV reaccionó congelando sus procesos de aprobación en 2012, y anunciando en 2013 unas nuevas normas, más estrictas, y que están aún en vigor, que exigen un proceso de verificación del estado financiero de las empresas que desean cotizar mucho más estricto y lento que el que se usaba anteriormente.
Ahora, sin embargo, el regulador está barajando delegar el proceso de aprobación de nuevas salidas al mercado a las propias bolsas de Shanghái y Shenzhen, lo que podría ocurrir este mismo año, según reveló la prensa de Hong Kong en enero pasado.