Por Andreas Rinke y Giselda Vagnoni
MADRID (Reuters) - El programa de compra de bonos del Banco Central Europeo no debe usarse como justificación de los Gobiernos de la zona euro para frenar las reformas económicas, apuntó el viernes la canciller alemana, Angela Merkel.
El BCE anunció el jueves un programa de compra de bonos que inyectará cientos de miles de millones de euros en dinero nuevo en la alicaída economía de la zona euro a pesar de la oposición del Bundesbank alemán y los reparos generalizados entre los políticos de la mayor economía del bloque.
Hablando en una rueda de prensa en Florencia con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Merkel dijo que ella no comentaría la medida del BCE por respeto a su independencia. Pero hizo hincapié en que sólo las reformas de los gobiernos pueden reactivar a la zona euro.
"No tengo la impresión de que la decisión del Banco Central Europeo pueda llevar a que Italia diga 'Ya no tenemos que seguir haciendo reformas'. Pero yo diría que esto se debe aplicar a todos - y vamos a observar esto en las próximas semanas y meses", dijo Merkel.
"Ningún banco central del mundo podrá reemplazar a la política, los líderes políticos tienen que estar a la altura de sus responsabilidades", agregó.
Merkel pronunció palabras de aliento para los esfuerzos de reforma de Renzi en Italia, cuya economía no ha crecido durante tres años, y Renzi prometió que la decisión del BCE lo impulsaría a acelerar las reformas en lugar de detenerlas.
Hablando ante el David, la estatua de Miguel Ángel, en la ciudad de la que fue alcalde antes de llegar al poder en Italia hace un año, Renzi dijo que "pondrá el turbo" a las reformas económicas que han sido ampliamente criticadas como insuficientes.
Dio la bienvenida a los acontecimientos como una postura más flexible sobre la política presupuestaria de parte de la Comisión Europea, un planeado programa amplio de inversión en la Unión Europea, la depreciación del euro y el plan de flexibilización cuantitativa del BCE.
"Estos cuatro factores son extremadamente importantes para Italia y lo que ocurrió nos obliga a hacer todavía más rápido las reformas", sostuvo.
Ambos líderes hablaron mientras un pequeño grupo de manifestantes disfrazados de estatuas se declaraban "monumentos a la pobreza".
El grupo se manifestaba contra las políticas económicas europeas y la influencia que según dicen ejercen Bruselas y Alemania sobre las economías del sur del continente.
Merkel y Renzi se abstuvieron de hacer comentarios sobre las elecciones del domingo en Grecia, más allá de decir que confiaban que el resultado no llevaría a problemas serios para el bloque monetario.