Santander, 23 jun (.).- El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, ha dicho hoy que el sector tiene margen de mejora para corregir de una manera "ordenada", como ha hecho en los últimos años, el exceso de capacidad derivado de su condición de país con mayor densidad de oficinas por habitante de la UE.
Alonso, que ha clausurado un curso sobre economía digital organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y patrocinado por BBVA (MC:BBVA), ha señalado que este exceso no es "muy compatible" con la avalancha de innovaciones tecnológicas que han aparecido en los últimos años, cuya implantación permite una menor presencia física.
Pero la banca española si puede presumir en otros ámbitos frente a sus homólogos europeos, ya que en términos de eficiencia, se sitúan en una posición más favorable que la de la media de las entidades bajo el Mecanismo Único de Supervisión (MUS).
Lo que sí será difícil, ha señalado, será que recuperen los niveles de rentabilidad previos a la crisis, algo que "resulta difícil de imaginar" ya se trataba de rentabilidades de dos dígitos.
Ahora, los tipos de interés muy reducidos y el menor volumen de actividad bancaria repercuten negativamente en las cuentas de resultados, aunque la disminución del volumen de activos dudosos, lo que permite reducir a su vez el nivel de provisiones, compensa en parte la caída de los márgenes.
Alonso ha alertado también del riesgo para la privacidad o la seguridad que puede suponer la aplicación de las nuevas tecnologías a la banca, por lo que ha pedido una regulación equilibrada entre proteger la estabilidad del sistema y permitir las innovaciones tecnológicas.
Las nuevas tecnologías permiten a la banca reducir costes y adaptar sus productos a la demanda, pero entrañan riesgos en "cuestiones como la privacidad de la información personal, la seguridad, el riesgo de ciberataques o incluso el riesgo de exclusión".
Así, por ejemplo, el "big data" permite ajustar los productos a los clientes, pero "debe ajustarse a las normas de protección de datos personales".
De la misma manera, la computación en la nube reduce los costes de procesamiento pero tiene riesgo de "pérdida de datos" y el asesoramiento automatizado tiene que garantizar "que el cliente no vea limitado su acceso a la información adecuada y suficiente, que le permita entender de verdad el producto".
Alonso también se ha referido a las empresas financieras tecnológicas o "fintech", que pueden competir con la banca tradicional en determinados segmentos pero también suponer riesgos "como el potencial incremento del fraude o las mayores debilidades en términos de confianza para el inversor".
Por ello, aboga por unas "normas de juego equilibradas", que garanticen la neutralidad en función del riesgo y la actividad que desarrollen.
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