Microsoft (NASDAQ:MSFT) ha anunciado su decisión de renunciar al puesto de observador en el consejo de OpenAI. Esta decisión se produce en un momento en que los organismos reguladores de Europa y Estados Unidos intensifican su examen de las tecnologías de inteligencia artificial generativa, según informa la CNBC.
Keith Dolliver, que ocupa el cargo de Consejero General Adjunto de Microsoft, informó a OpenAI el martes a través de una comunicación escrita. Explicó que el papel de observador había proporcionado a Microsoft una clara comprensión de las operaciones de la junta sin afectar a su autonomía. Sin embargo, Microsoft considera ahora innecesario este papel.
La comunicación escrita, a la que ha tenido acceso CNBC, menciona que Microsoft ha observado avances considerables realizados por el recién creado consejo de OpenAI.
La Comisión Europea, que es el poder ejecutivo de la Unión Europea, había sugerido anteriormente que Microsoft podría ser objeto de una investigación antimonopolio. La investigación se centraría en la competencia en los sectores de los entornos virtuales y la inteligencia artificial generativa. En enero, la Comisión reveló que estaba revisando los acuerdos entre grandes empresas del sector digital y desarrolladores de IA generativa, con especial atención a la colaboración entre Microsoft y OpenAI.
Aunque la Unión Europea determinó que la posición de observador de Microsoft no interfería en la autonomía de OpenAI, las autoridades reguladoras piden ahora la opinión de terceros independientes sobre la asociación. Paralelamente, la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido ha expresado su preocupación.
En un principio, Microsoft aceptó en noviembre un puesto sin derecho a voto en el consejo de OpenAI. Con ello pretendía aclarar sus objetivos en relación con la startup, tras un periodo tumultuoso que incluyó el despido y posterior rápida reincorporación del consejero delegado de OpenAI, Sam Altman.
Microsoft ha realizado importantes inversiones en la empresa responsable del desarrollo de ChatGPT, con un compromiso financiero total que ronda los 13.000 millones de dólares.
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