, 11 ene (.).- Miles de vuelos sufrieron retrasos o fueron cancelados este miércoles en Estados Unidos por un fallo en el sistema de notificaciones de la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) que ha causado el caos en varios aeropuertos del país.
A pesar de que a las 09.00 hora local del este de EE.UU. (14.00 GMT) la FAA había dado luz verde a las salidas de los vuelos afectados, en la tarde de hoy todavía quedaban unos 9.200 vuelos retrasados y más de 1.300 cancelados, según el portal FlightAware.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado una investigación completa al Departamento de Transporte para averiguar las causas de la avería. Según la Casa Blanca, no existen indicios de que haya sido provocada por un ciberataque.
EE.UU. sufrió una situación de caos aéreo hace dos semanas, si bien entonces se debió al paso de la tormenta invernal Elliot, que provocó miles de cancelaciones de vuelos.
La de hoy fue la primera vez desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 que las autoridades del país han prohibido las salidas de vuelos domésticos.
APLAZADOS TODOS LOS VUELOS
Sobre las 07.25 de esta mañana (12.25 GMT) la FAA ordenó que se aplazaran las salidas de vuelos domésticos en EE.UU. hasta las 09.00 debido a una avería en el sistema de Notificación de Misiones Áreas.
Dicho sistema proporciona información esencial para el personal relacionado con las operaciones de vuelo y advierte en tiempo real sobre un estado anormal en el sistema aeroespacial estadounidense.
A pesar de lo histórico de la situación, el aeropuerto de John F. Kennedy, el mayor de Nueva York y uno de los más grandes de Estados Unidos, presentaba al filo del mediodía una aparente normalidad.
Según pudo comprobar EFE, las perturbaciones han sido menores en las cuatro terminales visitadas (1,2,4 y 8), debido también a que se trataba de un día laborable sin un gran tráfico aéreo, y tampoco en el tren del aeropuerto (Air Train) se notaba ninguna circunstancia excepcional.
Una empleada encargada de recibir a los pasajeros y ayudarles con su facturación en la Terminal 4 (una de las mayores del aeropuerto) contó incluso a EFE que no ha percibido ninguna diferencia en comparación con otro día.
En el aeropuerto de la capital estadounidense, Washington, varios clientes narraron sus idas y venidas con vuelos cancelados o retrasados; como Earl, que esperaba con su gran mochila al nuevo vuelo que le habían asignado, o Estrella, que esperaba a un familiar cuyo vuelo desde Honduras había sido cancelado.
TENSIONES CON LAS AEROLÍNEAS
El jefe de la Asociación de Viaje estadounidense -que representa a las mayores aerolíneas del país-, Geoff Freeman, dijo esta mañana en un comunicado que el fallo demuestra que el sistema de transporte del país necesita "mejoras significativas".
La relación entre el gobierno estadounidense y las aerolíneas se encuentra algo tensionada tras el fiasco de Southwest Airlines, que tras la tormenta invernal Elliot no consiguió retomar las operaciones con normalidad hasta varios días después.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, avisó entonces a Southwest que su oficina se aseguraría de que la compañía cumple con sus obligaciones con sus clientes, como la emisión de bonos de alojamiento y transporte y el pago de comidas, o estaría sujeta a multas.
Antes, durante el verano, una oleada de cancelaciones de vuelos llevó a las aerolíneas a acusar a la FAA de no emplear a suficientes controladores aéreos, lo que dificultaba sus operaciones.
La FAA dijo que las aerolíneas estaban utilizando a la agencia de chivo expiatorio para justificar sus propios problemas de personal.
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