Lisboa, 12 jul (EFE).- El Gobierno portugués aprobó hoy la privatización de los Astilleros de Viana do Castelo, los mayores del país, que dan empleo a algo más de 630 trabajadores y han acumulado un pasivo cercano a los 270 millones de euros.
El Consejo de Ministros luso decidió hoy que la empresa de construcción naval, conocida por sus siglas en portugués ENVC, será vendida de forma directa a un nuevo accionista mayoritario, nacional o extranjero, para que invierta en su desarrollo de forma "estable y a largo plazo".
Los Astilleros de Viana, nacionalizados un año después de la revolución del 25 de Abril de 1974, han botado dos centenares de navíos de gran calado desde su fundación en 1944 y llegaron a tener más de dos mil trabajadores en los 270.000 m2 de sus instalaciones.
La crisis del sector y la falta de pedidos de sus principales mercados, la industria pesquera y la armada portuguesa, han acentuado la crisis de la compañía pública en los últimos cinco años, en los que el astillero redujo un tercio su plantilla.
El grupo estatal portugués de industrias de Defensa, Empordef, es el propietario actual de ENVC y, aunque se va a reservar una parte "representativa" de su capital para que quede en manos de los trabajadores, el objetivo del Ejecutivo, expresado hoy, es dar prioridad a la venta integral del capital social de la compañía.
Según lo aprobado en el Consejo de Ministros luso, el futuro astillero debe "contribuir al desarrollo del sector de la construcción y reparación naval y las actividades económicas relacionadas, así como a una competencia efectiva y equilibrada".
Las instalaciones de ENVC están situadas a casi 400 kilómetros al norte de Lisboa y a treinta de la frontera con Galicia, y fueron tradicionalmente uno de los ejes económicos de la localidad de Viana do Castelo.
Según medios económicos lusos no se ha detectado interés por la compra entre empresas nacionales pero sí entre supuestos inversores rusos, chinos y brasileños.
El concurso público para la venta de los astilleros ha quedado pendiente sólo de los trámites para fijar los requisitos de la licitación.
La privatización de las empresas en poder del Estado fue una de las condiciones aceptadas por Lisboa en los compromisos del rescate financiero que le concedieron el año pasado la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque la crisis económica y la bolsa lusa han mermado el valor de esos activos.
El Gobierno portugués ha vendido en los últimos meses a inversores extranjeros, sobre todo chinos, las participaciones estatales en las empresas eléctricas EDP y REN, y prepara la transferencia de las acciones estatales en la aerolínea TAP y otras compañías y servicios públicos. EFE