Lisboa, 18 jun (.).- En medio de la polémica por los atrasos en los controles de pasaportes registrados en el aeropuerto de Lisboa, el ministro de Administración Interna de Portugal, José Luís Carneiro, amenazó con destituciones en la instalación.
"No se pueden repetir fallos de esa naturaleza. Un fallo de esta naturaleza tiene que llevar a la sustitución inmediata de quien tiene esa responsabilidad en el aeropuerto", aseguró el ministro este sábado en una entrevista otorgada al periódico luso Público.
La entidad que gestiona estos procesos es el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) luso, que afronta una disolución futura que todavía no tiene fecha y que de momento realiza tareas administrativas.
"Cuando se detecta que va a haber una concentración de llegadas, hay un equipo de contención que es movilizada por parte del director nacional del SEF. No fue movilizada el lunes pasado porque no fue comunicado ese fallo", añadió el ministro.
Carneiro, ministro del Gobierno socialista de António Costa, hacía referencia a colas de espera de hasta cinco horas en el control de pasaportes que se produjeron el lunes en el aeropuerto de la capital, cuando finalizaba un puente festivo de cuatro días.
El mes pasado ya se produjeron escenas similares, en las que los pasajeros procedentes de fuera del espacio Schengen tuvieron que esperar cuatro o cinco horas en el control de pasaportes.
El Gobierno presentó un plan de contingencia para el verano que contempla un refuerzo del 82 % de los efectivos policiales en los aeropuertos -tanto del SEF como de cuerpos de seguridad-, así como medios tecnológicos para acelerar el proceso.
Por ejemplo, Portugal facilita desde esta semana el control de pasaportes a los ciudadanos procedentes de EEUU y Canadá, que podrán pasar por las puertas electrónicas para agilizar el proceso.
La medida entró en vigor en los aeropuertos de Lisboa y Ponta Delgada (Azores), y "posteriormente" será ampliada a los de Oporto (norte) y Faro (sur), informó en un comunicado el Ministerio de Administración Interna.
El plan de refuerzo arrancó el 2 de junio pero avanza de forma gradual hasta julio, y no ha evitado que se repitiese el caos en Lisboa en este puente pasado.
HABRÁ QUE RECHAZAR VUELOS EN 2023
En paralelo, esta semana el ministro de Infraestructuras portugués, Pedro Nuno Santos, admitió que Lisboa podría volver a tener que rechazar vuelos el próximo año, como ya ocurrió antes de la pandemia, y apeló a un consenso para construir un nuevo aeropuerto.
Santos reconoció además que el aeródromo de la capital lusa registra desde mayo problemas de circulación, fluidez y espera. "Y todavía no llegamos al verano propiamente dicho, recordó.
Las limitaciones del aeropuerto de Lisboa, con instalaciones colapsadas y dentro del área urbana -a solo 6 kilómetros del centro histórico de la ciudad- provocan retrasos y aglomeraciones en las temporadas de picos turísticos.
UN NUEVO AEROPUERTO CERCANO A LISBOA
Desde hace años se debate la opción de construir nuevas instalaciones, con propuestas en diferentes localizaciones como Montijo o Alcochete, al otro lado del río Tajo, pero ningún proyecto termina de avanzar.
Sobre un nuevo aeropuerto, Carneiro alegó en la entrevista de este sábado que si hubiera una infraestructura "con otro potencial", se podrían "aprovechar oportunidades de captación de turistas para el país que, por imposibilidad del aeropuerto, no están siendo debidamente aprovechadas".