Lisboa, 24 feb (EFE).- El Novo Banco, escisión creada a partir de los activos saneados del quebrado Banco Espírito Santo (BES), registró unas pérdidas de 980,6 millones de euros en 2015.
El banco detalló en un comunicado que sus resultados del año pasado -que no se pueden comparar con los de un año atrás, ya que fue creado en 2014- se vieron especialmente penalizados por las elevada provisiones (1.054 millones) puestas en marcha por operaciones heredadas del BES con problemas para ser cobradas.
El Novo Banco, creado tras la quiebra del BES en agosto de 2014, fue recapitalizado entonces con un crédito público de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones aportados por el resto de bancos portugueses.
Actualmente, es la tercera mayor entidad del país y se encuentra en proceso de venta.