París, 29 jun (.).- La "negociación exclusiva" que ha abierto Orange (EPA:ORAN) con BNP Paribas (EPA:BNPP) para poner punto final a su aventura en el negocio bancario, comenzada a finales de 2017, es una forma de cerrar una sangría que le ha costado cientos de millones de euros y sin un horizonte razonable para salir de los números rojos.
El grupo francés de telecomunicaciones y el primer banco francés anunciaron que el objetivo de esa negociación exclusiva, que dada la complejidad podría prolongarse hasta 2024, es definir propuestas para que los clientes de Orange Bank en Francia tengan interés por pasar a BNP Paribas, y la cesión diferenciada del negocio de Orange Bank en España.
En un comunicado, Orange subrayó que se trata de aportar una solución de continuidad para los clientes de Orange Bank, y que la operación no cuestiona la trayectoria financiera para el periodo 2023-2025 que presentó el pasado 16 de febrero.
También puso el acento en que se llevará a cabo "con total transparencia", informando sobre los pasos dados y con un acompañamiento para los asalariados.
Sobre todo, afirmó que no habrá "ningún cambio" en los servicios a los clientes, en lo que se refiere a créditos en vigor, depósitos o concesión de préstamos.
A ese respecto, señaló que "Orange Bank dispone ahora de un balance sólido y seguirá respondiendo a sus obligaciones reglamentarias de aquí a su futura salida del mercado".
Las negociaciones con BNP Paribas no pretenden ceder el negocio de Orange Bank Francia (unos 700 empleados), que simplemente cerrará, sino buscar fórmulas para que el primero consiga atraer a los cerca de 2 millones de clientes de banca del operador de telecomunicaciones.
La situación es distinta para el negocio de Orange Bank España, que se puso en marcha más tarde (en 2019), que contaba en marzo de 2023 con 204.000 clientes, y que dispone de una arquitectura técnica y administrativa propia y creada desde cero. En este caso, la intención es que BNP Paribas absorba esa actividad en España, una cesión en condiciones que están todavía por definir.
Orange se había embarcado en la banca en noviembre de 2017 de la mano de la aseguradora Groupama en Francia, a la que compró esos activos. Desde entonces y hasta finales de 2022, esa aventura le ha provocado un agujero de 700 millones de euros en el resultado bruto operativo (ebitda).
Para BNP Paribas, estas negociaciones exclusivas son en primer lugar una oportunidad para acelerar el crecimiento de su filial de banca digital Hello Bank, que tiene algo más de 800.000 clientes en Francia.
Pero además es una oportunidad para ampliar con España su huella en el resto de Europa (en Bélgica y sobre todo en Alemania, con la marca Consorsbank), donde en conjunto ya tiene 3,3 millones de clientes y ya es rentable.