París, 1 feb (EFE).- La OCDE aconseja a España vincular de forma
automática la edad de jubilación con la esperanza de vida y no sólo
elevar esa edad de los 65 a los 67 años como propone el Gobierno en
una reforma que este organismo considera inaplazable.
"Indexar la edad de jubilación a la esperanza de vida" permitiría
un ajuste automático a la hora de adecuar el sistema de pensiones al
envejecimiento de la población, explicó hoy a Efe Andrés Fuentes,
responsable de los informes sobre España en la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Un envejecimiento que en España será más acusado que en la
mayoría de los otros países de la Unión Europea y que, para lo que
respecta a la financiación de las pensiones, se acelerará en torno a
2025 con la llegada a la edad de jubilación de generaciones muy
numerosas y la llegada a edad laboral de otras reducidas, destacó
Fuentes.
Los gastos motivados por el envejecimiento en términos de
pensiones y de sanidad se incrementarán en España en 8,5 puntos del
Producto Interior Bruto (PIB) en el horizonte de 2060 con respecto a
los actuales.
Otra sugerencia de la OCDE para la reforma que el Ejecutivo
quiere lanzar es que el cálculo de la pensión se haga sobre la base
de toda la vida laboral, y no sólo teniendo en cuenta los últimos 15
años de cotizaciones.
Para el experto del conocido como el "Club de los países
desarrollados", la acumulación de derechos de pensiones "es
excesivamente generosa" en España si se compara con las
contribuciones realizadas en forma de cotizaciones.
Además, hay pocos incentivos en cuanto a los autónomos o los
agricultores para acumular derechos de pensiones, ya que los
trabajadores de estos colectivos pueden llegar a una pensión mínima
con cortos periodos de cotización.
Fuentes insistió en que en España "hace falta una reforma" del
sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad a largo
plazo, y "no se debería aplazar".
"Los superávit actuales no son argumento para retrasar la
reforma" porque los cambios "deben introducirse poco a poco",
subrayó antes de recordar que la OCDE lleva varios años haciendo el
mismo tipo de recomendaciones.
A su juicio, la recuperación del empleo en España "es muy
deseable" pero aunque el aumento de las tasas de ocupación ayude a
financiar las pensiones, "no es un sustituto de la reforma" puesto
que aumentar la base de trabajadores mecánicamente significa que más
adelante ellos también se jubilarán y habrá que pagar a más.
Ese ha sido el efecto producido por la fuerte llegada de
inmigrantes en los últimos años, que han podido retrasar los
problemas de financiación del sistema de pensiones, pero nunca
solucionarlo, ya que su entrada como cotizantes a la Seguridad
Social los ha convertido en detentores de derechos de pensión en el
futuro.
La OCDE, con motivo de la publicación en junio pasado de su
informe bienal sobre las pensiones, instaba a España a desincentivar
las jubilaciones anticipadas que gravan el equilibrio del sistema, y
advertía de que el incremento del desempleo dificultará a muchos de
los actuales parados cubrir el periodo necesario de cotización y
mermará sus pensiones.
De acuerdo con ese estudio, la población española mayor de 67
años suponía el 26,2% del total, frente al 23,8% en el conjunto de
la OCDE y la esperanza de vida al nacer también era más elevada
(81,1 años en lugar de 78,9).
El sistema público de pensiones en España absorbía el 8,1% del
PIB, comparado con el 7,2% de media en los países de la
organización.
En la mayoría de los 30 miembros de la OCDE, la edad legal de
jubilación es de 65 años (algunos como Estados Unidos, Islandia,
Noruega, Dinamarca, Alemania o Reino Unido superan esa cifra o han
iniciado reformas para superarla), pero la edad efectiva media a la
que se jubilan los trabajadores es de 62 años. EFE