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Lisboa, 9 abr (EFE).- Portugal espera colocar entre 4.500 y 5.250 millones de euros en deuda a corto plazo durante este segundo trimestre, lo que le permitirá comprobar la reacción de los inversores al revés judicial protagonizado por el Tribunal Constitucional.
Según el calendario divulgado hoy por el Instituto de Gestión de la Tesorería y el Crédito Público (IGCP), la primera cita del país ante los mercados tendrá lugar el miércoles 17 de abril, con una subasta de entre 1.500 y 1.750 millones de euros en bonos a tres y doce meses.
A esta emisión le seguirán dos más y con el mismo importe, una el 17 de mayo con bonos a seis y doce meses y otra el 19 de junio, de títulos a seis y 18 meses.
Portugal consideró un éxito su última subasta, celebrada el pasado 20 de marzo, cuando logró colocar su deuda con vencimiento a año y medio a cambio de un interés un 25 % inferior al del último antecedente.
Sin embargo, la anulación judicial de algunas medidas de ahorro ideadas por el Gobierno luso y con un valor estimado en 1.300 millones de euros ha generado incertidumbre sobre el futuro del país, pendiente ahora de cómo reaccionan los mercados a estos cambios.
El pasado viernes, el Tribunal Constitucional luso consideró ilegal la supresión de una paga extra a los pensionistas y funcionarios, así como recortes del 5 y 6 % en los subsidios de desempleo y enfermedad.
Frente a este fallo judicial, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, reaccionó con el anuncio de recortes en sanidad, educación, seguridad social y empresas públicas para poder cumplir con las metas a las que se comprometió con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate.
Hoy mismo, el Ejecutivo portugués adoptó su primera medida concreta y prohibió cualquier nuevo gasto en las administraciones y servicios del sector público e impuso una autorización especial del ministerio de Finanzas para pagos imprevistos.
De la congelación solo se salvan tres tipos de gastos de importe variable: los pagos habituales de personal, los generados por los contratos en ejecución, como los pagos de servicios básicos de agua o luz, y las costas judiciales.
La adopción de nuevos ajustes para compensar la anulación de varias medidas de austeridad incluidas en los Presupuestos de 2013 a instancias del Constitucional se produce en un momento crucial a nivel financiero para el país, que debe volver a emitir deuda a largo plazo con normalidad ya este año.
El rescate concedido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a Portugal hace ahora dos años le ha permitido no tener que subastar deuda a largo plazo hasta ahora, logrando financiación a tasas de interés inferiores a las que en principio pagaría si acudiera directamente al mercado.
El Tesoro luso adelantó este regreso seis meses e hizo una primera prueba el pasado mes de enero que concluyó con éxito al colocar 2.500 millones de euros en títulos a cinco años a cambio de una rentabilidad del 4,89 %, un punto y medio menos que la que pagó en el último antecedente, en febrero de 2011. EFE