Lisboa, 16 mar (.).- Potenciar la imagen de seguridad de sus destinos en medio del clima de incertidumbre creado por la guerra contra Ucrania es una de las apuestas de Portugal, que acoge desde hoy la Bolsa de Turismo de Lisboa (BLT), la mayor feria del sector celebrada en el país.
La BTL abrió este miércoles sus puertas, tras un frenazo de dos años provocado por la pandemia, con la presencia de unos 1.400 profesionales y más de 60 destinos internacionales.
Portugal se ha volcado en esta cita que coincide con un repunte del turismo -uno de los motores de la economía lusa- y que en palabras del presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, puede dar un "empujón" al sector.
"Se nota que estamos retomando la actividad y ésta es una muy buena oportunidad para el despegue del turismo y para mostrar lo que se ha hecho durante estos dos años", explicó a Efe Luis Araujo, presidente del Turismo Portugal.
El repunte del turismo en el país se consolidará en este ejercicio, según Araujo: "El mejor año a nivel nacional fue 2019, cuando llegamos a los 27 millones de turistas y 18.000 millones de ingresos; el año pasado quedamos al 50 % y este esperamos quedarnos en el 85 % hasta que en 2023 recuperemos los datos de 2019".
En este proceso, agregó, el mercado español juega un papel fundamental.
DESTINOS SEGUROS EN TIEMPOS DE GUERRA
Las reservas están en niveles altos y confirman "lo que ocurrió durante la II Guerra Mundial y lo que ocurrió siempre que hubo conflictos, que Portugal es un puerto seguro, es un país seguro y -nos quejamos de vez en cuando- pero es climatológicamente maravilloso", apuntó Rebelo de Sousa durante un recorrido por la BTL.
¿Puede empañar la guerra el despegue del turismo?
"Ni España ni Portugal estamos en el centro del huracán de la guerra y eso nos permite respirar más tranquilos, pero hay dos temas importantes, el coste de la energía, que va a afectar a las empresas, y la seguridad", admitió Araujo.
La guerra puede afectar a los "mercados de distancia", como Asia o América, "pero estamos aquí para transmitir que hay seguridad, que estamos preparados y con ganas de recibir a todo el mundo".
En el Algarve, principal destino turístico luso, la guerra puede empañar el despegue del sector pero la diversificación de mercados ayudará a reducir la estacionalidad y superar el bache, según Joao Fernandez, presidente de Turismo Algarve
El conflicto puede convertirse en una oportunidad para los destinos ibéricos porque "es natural que los europeos no quieran viajar a la zona de conflicto y busquen la península ibérica y las islas portuguesas y españolas", opinó Eduardo Jesus, secretario de Turismo de Madeira.
La seguridad y la privacidad son también las bazas del Alentejo, una de las regiones lusas con mayor potencial de crecimiento.
"Esperemos que la guerra se resuelva rápido porque las empresas necesitan de paz y tranquilidad, el turismo es la industria de la paz, y sin paz no hay turismo", alertó Vitor Silva, presidente de Turismo Alentejo.
El Alentejo no es un destino de masas y está recibiendo "millares de millones de euros" de inversores extranjeros que "buscan un turismo diferente".
No obstante, admite Silva, si el conflicto se prolonga, España será una de las grandes oportunidades para la región, dado que es el origen del 20% del flujo de visitantes que recibe la zona.
EL MERCADO IBERICO SE CONSOLIDA
Importante también es el turismo español para el Algarve: "Estamos esperando una avalancha de españoles", dice Fernandez. "Nuestra costa vicentina es la costa del surf de andaluces y extremeños".
El Algarve promociona iniciativas en conjunto con Andalucía y Alentejo lo hace con su vecina Extremadura y proyecta "campaña mas importantes y con más medios para el mercado ibérico", subraya Vitor Silva.
"Cada día tejemos más lazos y tenemos más proyectos en común", ahonda Nuria Flores Redondo, consejera de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura, que subraya que "no tenemos ninguna frontera".
Hasta seis comunidades autónomas, varias provincias, ciudades e islas españolas, están entre los 60 destinos internacionales que reúne la BTL, que pretende recibir hasta el domingo al menos a 70.000 visitantes, la cifra que logró en 2019, su última edición antes de la pandemia.
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