San Juan, 17 dic (EFE).- La secretaria de Hacienda de Puerto Rico, Melba Acosta, reconoció hoy que la isla atraviesa el momento económico más difícil de su historia, pero dijo estar convencida de que con las medidas en marcha y previstas y el esfuerzo que están haciendo los puertorriqueños, pronto se superará.
"Ciertamente es el momento más difícil que ha sufrido Puerto Rico", afirmó en una entrevista con Efe esta mujer de amplia experiencia en el sector público y privado, que lleva un año "realmente complicado" al frente de la Secretaría de Hacienda.
Hace trece años fue directora de Presupuesto de este Estado Libre Asociado a EE.UU. y por entonces "ya había problemas", pero los de ahora, y tras siete años de recesión, "son mucho más profundos" y exigen "enorme valentía" para afrontarlos.
Según explicó, las empresas que gestionan el agua y la electricidad en la isla caribeña, así como otras corporaciones públicas, "antes eran más robustas", mientras que hace un año, cuando se produjo el cambio de Gobierno y ella tomó las riendas de Hacienda, "tenían ya grandes problemas".
Igualmente, la deuda "ha aumentado muchísimo" y ronda los 70.000 millones de dólares, los sistemas de pensiones "se estaban quedando sin fondos", el acceso a los mercados se ha restringido y se cierne la amenaza de una rebaja de la calificación de la deuda al grado especulativo ("bonos basura").
A esta especie de "tormenta perfecta", en sus palabras, se suma que en Wall Street "todos están buscando quién será el próximo Detroit" -ciudad que declaró en julio la mayor bancarrota municipal de la historia estadounidense-, y miran a Puerto Rico, porque, según Acosta, es el tercer emisor más grande por detrás de California y Nueva York y tiene una de las calificaciones más bajas.
"En este difícil año" se han revisado las empresas públicas con problemas, reducido la refinanciación de la deuda, reformado las pensiones y recortado los gastos, enumeró Acosta, quien reconoció que para ella también ha sido duro, como secretaria de Hacienda, "tener que subir tanto los impuestos".
Sin embargo, asegura estar convencida de que "los puertorriqueños han entendido que hay una situación muy difícil" y, con su esfuerzo y las medidas que se han puesto en marcha y las que están por llegar, saldrán "de esta".
Tras un año, dijo, se empiezan a ver signos de mejora en algunas partidas, como los ingresos, que en noviembre superaron lo presupuestado, o la actividad económica, que acumula dos subidas mensuales consecutivas.
"Aún así, nos queda un tramite difícil", reconoció Acosta, ya que al menos hasta dentro de dos años fiscales no se podrá eliminar el déficit, que en el anterior año rondaba los 2,2 billones de dólares, este se espera que se recorte a 800 millones, el próximo a la mitad y para el siguiente se podría suprimir.
El Gobierno también prepara una reforma fiscal para simplificar el sistema, combatir la evasión y aumentar la recaudación.
"No nos planteamos más subidas de impuestos, porque ya los hemos subido bastante", explicó, si no que ahora la prioridad es "combatir la evasión, que lamentablemente es muy elevada".
Otra de las prioridades del Ejecutivo, que tiene el colchón de estar en su primer año de Gobierno y de contar con la colaboración de Washington, es "prepararnos para el año próximo volver a acudir a los mercados" y emitir entre 500 y 1.200 millones de dólares en deuda.
Para superar cuanto antes la crisis y alejar la amenaza de degradación de la deuda -un escenario "para el que estamos preparados, pero que no queremos que ocurra", dijo-, hay que "mantener el rigor fiscal" y tomar algunas medidas más.
Entre ellas, está pendiente, según enumeró la secretaria de Hacienda, solucionar las cuestiones de liquidez, combatir la evasión fiscal y lograr un crecimiento económico sostenido, reduciendo el coste de la electricidad para ganar competitividad y atrayendo inversiones y turismo, entre otras estrategias.
Mientras, ¿qué pueden hacer los ciudadanos? Acosta apuntó que siempre es bueno que los puertorriqueños que viven fuera, que son más que los que habitan dentro, vengan a visitar a sus familiares.
Igualmente, "que la gente venga Puerto Rico de turismo, a invertir, a crear empresas, a establecerse aquí,... Todo eso ayuda a activar la economía y generar confianza". EFE